Vértigo en Riazor

Los Depor-Valencia son algo más que un partido desde aquella Liga del penalti de Djukic en 1994. La rivalidad es total y cada batalla ha tenido sus protagonistas. En ésta, los coruñeses parten con ventaja de la ida (1-2), pero las incontables bajas de mediocampo hacia arriba igualan la eliminatoria. Sobre todo, porque Emery saldrá con su artillería pesada y sólo dará descanso a un desdibujado Mata.

Sin Lassad, Riki y Mista, Lotina ha visto como el domingo caían Guardado, Sergio y Pablo Álvarez. Así, el de Meñaka ha tenido que llevarse a seis canteranos para confeccionar la lista. Cuatro serán titulares (Manu, Piscu, Juan Domínguez e Iván Pérez) y otros dos debutarán en el banquillo de Riazor (Añón y Rochela). La misión es complicada, pero en 2006, con Quique y Caparrós en los banquillos, cuando se jugó a puerta cerrada en Mestalla, fue un penalti sobre un canterano desconocido de Abegondo (Senel) el que le dio el pase al Depor.

Emery, con todo. Claro que ahora espera enfrente un Valencia con ganas de revancha y que se muestra letal lejos de Mestalla. Tanto, que los ché son el mejor visitante de toda Europa, con un impresionante balance de siete victorias, un empate y una derrota. Silva, Villa, Joaquín y compañía amenazan a un Depor cuya única luz de fútbol tras las lesiones se llama Valerón. Bueno, eso y que hacerle un gol a los coruñeses es últimamente misión casi imposible.

La eliminatoria puede estar en la pólvora de Villa, la estrategia del Deportivo, la irrupción del Chori o las paradas de Manu. Pero si hay que apostar, yo lo haría por el pueblo de España que acumula más talento por metro cuadrado: Arguineguín. O sea, los '21'; o sea, Valerón y Silva.