Liga BBVA | Espanyol - Zaragoza

Tamudo, no; Eliseu, sí

Partido de seis puntos entre dos equipos faltos de gol

Tomás Guasch
ALFONSO REYES

Dato monstruoso que me facilita mi amigo Pedro Luis Ferrer, boss de AS en Aragón: "¿Sabes desde cuándo no gana fuera el Zaragoza, en Primera? Desde el 31 de octubre de 2007. 0-1 en Almería, gol de Diego Milito".

El asunto deja dos lecturas. Una, desde el lado españolista, que por qué va a ser hoy el día que se rompa la racha. Otra, desde el blanquillo, que ya toca romperla. El caso es que como dijo esta semana Fernando Marqués, el partido vale seis puntos: tres que gano yo, tres que pierdes tú. 16-13 para el Espanyol a falta de tres jornadas para la segunda vuelta. No, no les sobra nada.

El mercado de invierno se inaugura con la presencia, de entrada en el banquillo de Gay, de Eliseu, procedente del Málaga. El chileno Suazo llegará mañana. Los pericos siguen buscando a Osvaldo (Bolonia). El que no cuenta es Tamudo, que no está ni citado. En el partidillo del jueves metió tres goles, está bien, pero Pochettino no cuenta con él. Cristian será el portero, con Kameni en Africa. El resto, los clásicos. El reto, el gol, que tanto les cuesta.

El Zaragoza llega apurado y valiente. Gay sigue con su 4-3-3. Braulio sentará a Arizmendi y Jorge López suplirá al lesionado Aguilar. Herrera se irá a la izquierda de la zona ancha. Arriba estará Lafita, que anda pachucho del estómago, pero jugará. Buscando también el gol que no festejó desde que cambió de entrenador. Ni en el Bernabéu ni en casa ante el Depor marcó el Zaragoza.

En esa falta de pólvora se parecen ambos: tres en los últimos seis partidos marcó el Zaragoza; y dos en siete, el Espanyol. Pinta a resultado justito y sin mucho movimiento en el marcador, pero quién sabe: igual hoy les entra todo.

Vuelve Gay, que fue perico antes que blanquillo

La tarde de hoy deparará, entre muchas efemérides, el reencuentro de José Aurelio Gay con el Espanyol. El ahora técnico zaragocista, que dirigirá su tercer partido tras medirse a Real Madrid (6-0) y Depor (0-0), jugó en el Espanyol entre 1988 y 1991. Llegó procedente de la cantera madridista y de blanquiazul debutó en Primera. Sufrió un descenso pero subió en la siguiente campaña. De hecho, explotó en su último año como perico, el 1990-91, a las órdenes de Luis Aragonés. Pero no llegó a un acuerdo para renovar y se fue al Zaragoza: pasó cinco años en La Romareda, donde conquistó una Copa y una Recopa antes de marcharse al Oviedo.

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