Roberto Martínez, 'Tiko'

"Fui al Eibar para coger fuerzas y volver, pero con esta lesión..."

No quiso estar un año en blanco, sin ficha, y marchó al Eibar, donde recobró buenas sensaciones. Una lesión de espalda le ha impedido redondear la temporada. En breve hablará con el Athletic, donde le gustaría terminar su carrera, pero con opciones de jugar. Le queda un año de contrato.

Jose L. Artetxe
fotografías: juan flor

Hace ya un tiempo que no está jugando partidos en el Eibar, ¿qué lesión tiene?

No juego desde hace algo más de dos meses, desde que vino Josu Uribe a sustituir a Carlos Pouso. Ando con problemas de espalda y me está costando recuperar.

¿Cómo se encuentra?

Los especialistas me recomiendan paciencia, me dicen que empezaré a notar mejoría, pero en el fútbol no hay espacio para la paciencia. Tampoco el futbolista se distingue por esa virtud. Aparte de la lesión en sí, estoy triste porque no he podido echar una mano al Eibar en momentos complicados. Estoy doblemente fastidiado.

¿Cuál es el diagnóstico?

Según se ve en las resonancias, se trata de una protusión discal...

Un contratiempo que le ha partido la temporada.

Pues sí, me ha costado la temporada. Estaba jugando más que al principio, me sentía muy bien con Pouso y también estoy a gusto con Uribe. El trato que me da el Eibar es fabuloso. Cuando me salió esto quedaban 16 partidos, entrenaba muy bien y estaba ilusionado pensando en la pelea por mantener la categoría, un objetivo complicado pero asequible.

Usted dijo en alguna ocasión que acertó dando el paso de ir cedido al Eibar. ¿Qué valoración hace hoy?

En la pretemporada estuve apartado, entrenando en Lezama con un grupo mientras el equipo viajaba y jugaba amistosos. Sabía que si me quedaba mis opciones eran nulas, me hubiesen dejado sin ficha. La sensación era malísima, así que cualquier paso estaba bien. El hecho de jugar en Segunda lo asumí con naturalidad. No quería estar parado, sólo entrenándome.

Y el Eibar le conquistó.

El Eibar es un club pequeño donde se trabaja muy bien, con menos medios, pero con sentido común. Emocionalmente estaba jodido y el paso fue positivo. Yo quería jugar al fútbol. Mi experiencia hasta hace dos meses ha sido muy buena, pero luego he recibido un palo muy duro, por todo lo que supone la lesión. Me anula la posibilidad de sentirme futbolista, que es por lo que vine al Eibar.

Sus últimos años se han visto marcados por las lesiones.

Bueno, me operé del tobillo precisamente porque no paraba de jugar y me salieron unas calcificaciones. La lesión grave fue el cruzado, jugando con la selección contra Catalunya. Luego volví a pasar por el quirófano sabiendo que no contaba, para poder estar listo en la pretemporada.

Pero su trayectoria en el Athletic fue a la baja.

La verdad es que los últimos años en el Athletic han sido duros. De ser titular con Valverde, pasé a jugar bastante el año siguiente, pero ya no fui titular. Veníamos de luchar por la UEFA con Heynckes y Valverde, haciendo buen fútbol, y se produjo un cambio brusco, fueron dos años de gran sufrimiento y en el segundo me rompí el cruzado. Luego, con Caparrós sólo jugué cinco partidos.

Y ahora que volvía a sentirse bien, la espalda.

Sí, había cogido ese punto de sentirme bien, a buen nivel, de reencontrarme a mí mismo en varios partidos. Segunda es una categoría distinta, pero dura y el Eibar está abajo. Hay mucho trabajo físico, mucha concentración en los partidos.

¿Cuáles son sus perspectivas inmediatas?

Lo primero es recuperarme físicamente para intentar acabar el año. Luego, hablaré con el Athletic y ya veremos qué idea tienen. Yo me fui al Eibar para coger fuerza y volver, pero lo ocurrido en esta segunda vuelta de campeonato no me beneficia.

Pretendía darse a valer en el Eibar porque le queda un año más de contrato en el Athletic.

De haber podido jugar una treintena de partidos, por ejemplo, eso hubiera sido un bagaje, una temporada de competir, eludiendo haber estado al margen, que es lo que hubiera pasado si me quedo en Lezama.

En el actual estado suyo, el asunto cambia.

Bueno, ya digo que primero a ver cómo evoluciona lo de la espalda. Posteriormente, decidiremos de forma conjunta. Mi deseo era acabar el último año en el Athletic, pero acabar bien, con opciones de jugar. Para eso me moví el verano anterior.

Visto lo visto, no parece que Caparrós piense en usted para el futuro.

Un futbolista nunca elige cómo despedirse, aunque mi ilusión era despedirme de corto del Athletic, club al que le debo todo. Son diez años de vinculación y nunca podré agradecerle todo lo que me ha dado. Siempre tendré la sensación de no poderle corresponder. Vestir la camiseta del Athletic todavía enorgullece más cuando has estado en una final como espectador. Ves cosas sobre su significación que a lo mejor desde dentro no ves, lo aprecias mejor cuando sales de esa burbuja que se crea el propio jugador.

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