Emery amagó con 'echar el cierre' por unos gritos

La derrota ante el Atlético de Madrid ha dolido y mucho a la afición del Valencia. Más allá de los tres puntos importantísimos que se dejaron escapar en el Vicente Calderón, la causa principal del malestar de los seguidores blanquinegros fue la actitud que mostraron los futbolistas chés ante los de Abel. Así, al inicio del entrenamiento de ayer, un par aficionados se acercó a la Ciudad Deportiva para recriminar a la plantilla y al cuerpo técnico. "No habéis chutado ni a portería", "Emery saca seis defensas contra el Villarreal", "la próxima temporada, a la UEFA" o "Edu vuélvete a Brasil, campeón" fueron algunas de las cosas que les dijeron nada más saltar al campo.

Marchena, como capitán del primer equipo, intentó hablar y tranquilizar a uno de ellos. Pero quien no aguantó fue Emery. El técnico vasco se marchó de inmediato a avisar al jefe de seguridad y transmitirle que se iban a meter en el mini estadi para hacer el entrenamiento a puerta cerrada. Llamó a su segundo y tras varios minutos hablando al margen con Carcedo, decidió regresar y mantener la sesión de cara al público. Además, las dos personas se calmaron tras hablar con el jefe de seguridad y el entrenamiento se pudo completar sin problemas, aunque Unai acabó encerrándose con los suyos en la 'jaula'.

Tres sesiones para decidir el sistema

La plantilla estuvo reunida media hora antes de empezar el entrenamiento y Emery les quiso dar un toque de atención pero lo hizo con mano izquierda porque sabe que a la vuelta de la esquina está la segunda de las finales de la temporada, el duelo ante al Villarreal. El técnico vasco no puso ningún 'pero' a la derrota y confirmó a sus pupilos que el Atlético fue superior en muchas cosas, pero sobre todo "en ganas de ganar el partido". Como ejemplo están las victorias frente al Real Madrid y el Sevilla o el empate in extremis del Barcelona, en esos partidos los ché pasaron por encima de los rivales precisamente porque ofrecieron más que el rival. El principal problema en el Vicente Calderón no fue el sistema 4-3-3 (con él ya se goleó en Trondheim al Rosenborg 0-4 en la UEFA o al Getafe 0-3 en la Liga), sino que los rojiblancos les ganaron por carácter todos los duelos individuales. Ellos apretaron más que el Valencia y ahí se comenzó a perder el partido. Aun así, también les dijo que aún quedan dos partidos y que no sólo hay que luchar hasta el final sino que deben creer más que nunca en sus posibilidades. Se pueden sacar los seis puntos (Villarreal y Athletic) y el Atlético dejarse alguno por el camino.