Multifútbol

Kanouté-Luis Fabiano, delantera buffet

Todo no va a ser el estilo. Cuando la pelota no entra, cualquier pequeño bache puede resultar insalvable; cuando llega el gol directo, los puristas del toque se la envainan. En Villarreal, Nihat, Llorente y Rossi no supieron poner colofón a la apabullante posesión amarilla, hija de ese técnico con gusto que se llama Pellegrini. El Sevilla, como tantas veces, la tuvo poco pero la aprovechó, muchísimo. Goles de Fabiano y Kanouté. Delantera de Champions. En esa Liga de la candidez, con una velocidad de reacción menos y diez errores de más, Luis y Frederic no necesitan centro del campo que la toque y les sirva balones. Juegan y marcan como en un autoservicio, un buffet.

Farolillo natural; su vocación, resistir

No pocos habían desahuciado ya al Numancia antes del sábado. Sin rencores. Sin cargar contra Kresic, el anterior entrenador, ni tampoco contra Pacheta, que asumió con redaños la inminente amenaza de demolición. Estamos ante el equipo más minimalista, con el menor presupuesto, el futbolista que gana menos (Mario) y el tipo más bajito (Quero) de los que transitan por Primera. Por eso viste el farolillo rojo con dignidad y naturalidad. Pero su credo anda lejos de tirar la toalla, viene atrás desde siglos, tiene vocación: Numancia significa resistir. El Málaga, inmerso todavía en la lucha por la UEFA, se olvidó de donde jugaba... Y sucumbió, como tantas veces aquellos romanos.

Los pitos a Juanito

Cuando dices que te vas, es que ya te has ido. Por eso Juanito no quiso reconocer que disputaba el choque de anoche entre dos aguas: el equipo que aún le paga y el que le pagará, el Atlético, a partir del 30 junio. Heliópolis recelaba del gaditano, y cuando Forlán se coló entre los centrales para hacer el 0-1, nada nuevo en este Betis chistoso, se dedicó a pitarle. ¿Tenía razón la grada bética? Juzguen: Juanito es capitán del Betis desde hace tres años; uno de los 23 futbolistas que ganó la Eurocopa; campeón de Copa y miembro de la plantilla que hizo del club bético el primer equipo andaluz en jugar la Champions League. En el Betis no le daban ni la mitad de lo que se ofrece por un central con este currículum; tiene 33 años, firmará el último gran contrato de su carrera... ¿Qué hubieran hecho ustedes?

Román y Pareja salvan al Espanyol... ¿y a Diego?

Se nota que Mauricio Pochettino, a pesar de haber nacido en Santa Fe, imita bien el acento porteño. Porque Román y Pareja, los dos bonaerenses del Espanyol, son los que le han entendido mejor. Román volvió a marcar ayer, llevaba ya varias jornadas salvando del descenso trocitos de perico. Y el central Pareja, vaya golazo a la escuadra de César, acabará por convertirse en el mejor fichaje de una temporada durante la que los sudores de la tabla no han dejado brillar a casi ningún otro futbolista blanquiazul, a excepción del superclase De la Peña. Pareja tiene la medalla de Oro en Pekín y Román, la bendición de Basile, hasta hace unos meses seleccionador argentino. Pero ninguno ha jugado todavía con Maradona, que sigue buscando centrales y centrocampistas fiables camino de Suráfrica 2010. Ya casi han salvado al Espanyol. ¿Y si también salvan a Diego?

El personaje: Guardiola

Varios madridistas y culés, muy amantes del fútbol, acabaron el Clásico con la boca abierta, víctimas del síndrome de Stendhal, ese vahído que nos da tras contemplar una obra de arte. Aquellos que no frecuentamos museos tenemos a menudo que embobarnos con el balón, pero... ¿acaso no lo merece este equipo de Guardiola? "Con Xavi, Iniesta, Messi, Alves, Etoo, un Henry resucitado... Así cualquiera", seguirán excusándose los más críticos del entrenador azulgrana. Es impepinable, sí, que con tales futbolistas no haya más remedio que jugar buen fútbol. Démosle a Pep, pues, ese mérito: ha sido capaz de convertir la lógica en un arte. A otra escala que Picasso, que Kasparov, que Gehry, que tantos otros genios que llevaron sus dotes naturales (en el caso de Pep, sus grandes jugadores) hasta la extrema virtud. El fútbol es un juego cuya única medida reside en los aperos (las porterías, las dimensiones del campo, la redondez de un balón), pero los hombres, con sus miserias, sus pasiones y sus ganas de superarse lo han llegado a convertir en un deporte que trasciende lo racional. Tipos como Pep, heredero de Stendhal.