Negredo es incontenible

Cuando se dice que tal o cual futbolista es medio equipo, se suele aludir a sensaciones, a lo que representa. Pero en el caso de Negredo se refrenda con números. Porque lleva 19 goles de los 38 del Almería. El hambre de El Animal no conoce límite. Acabó con Osasuna en un duelo directo con valor doble. Abrió la lata estando en el sitio en un córner. Cuando Pandiani logró empatar a falta de siete minutos, Hugo se la jugó y fue con todo. Pero saque a quien saque, al final la respuesta sólo la tiene un hombre. Casi con el tiempo cumplido, Negredo cabeceó impecable un centro de Ortiz. Un gol con sabor a permanencia.

Osasuna no fue fiel a la imagen que venía dando, la que le ha llevado a salir del pozo y seguir en la pelea. Lo aparentó, pero sólo fue un ráfaga inicial. Se apagó esa intensidad a medida que el Almería se adueñó del balón. No le incomodó a los rojillos su papel, que se limitaron a aguantar los amagos de golpes rojiblancos y a buscar salidas rápidas. Pero nadie logró conectar con Kike Sola, que apunta cosas pero no acaba de romper. Tras el descanso, los discípulos de Camacho salieron enchufados. Sola tuvo varias pero le faltó puntería. Y quizá una mano del árbitro, porque al delantero navarro Carlos García le hizo una entrada que pareció penalti.

Desde esa polémica jugada, el Almería se adueñó del balón y empezó a generar ocasiones a mansalva. Varios tiros lejanos de Iriney, llegadas de Uche y Piatti... pero al final fue Negredo el que abrió la lata aprovechando un balón suelto tras un córner botado por Mané. El lateral gaditano fue de lo mejor del partido. Subió con constancia la banda y sirvió más de una decena de saques de esquina. Encontró a Uche varias veces, a Acasiete e, incluso, casi logra en un par de ocasiones un gol olímpico. Pero ahí andaba Roberto para anular el peligro.

El Almería no supo matar el choque y Camacho llamó a la caballería. Le dio resultado, porque Portillo sirvió un gran centro para que Pandiani arañase un punto que era gloria bendita viendo cómo se pusieron las cosas. Sin embargo, Hugo fue tan macho como su ex compañero. Movió el banquillo y decidió morir en la portería navarra. Salió vencedor. Sobre todo porque tiene a Negredo, que no perdona. Toma aire el Almería y mete en el lío a Osasuna, que había sacado media cabeza. La zona baja se calienta.