Liga BBVA | Vigesimonovena jornada

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Madrid y Barça mantienen sus órdagos. El Valencia ganó y el Villarreal ve peligrar su Champions, sin Cazorla además. Osasuna desmanteló el Calderón y por abajo surge la locura con los pamploneses, el Mallorca, el Geta, el Betis, el Recre y el Numancia dándose codazos en cuatro puntos. El Espanyol no se resigna a caer.

carlos mira

Ricardo y la leyenda del portero loco

"Los porteros no estamos locos; nos lo hacemos para dar miedo a los delanteros", me confesó una vez un ex guardameta internacional español. Aunque yo seguí con la mosca detrás de la oreja, sin comprender algunas de las torpezas, en las antípodas de toda razón y práctica, que perpetran los porteros del mundo. El sábado me desconcertó Ricardo con su salida a por uvas, su penalti inexplicable mientras el Betis se jugaba la vida. A decir verdad, hay que estar un poco ido para dedicarse a hacer de hombre-diana, a merced de pelotazos y botas con tacos. Pero seguro que miedo, a los delanteros, no dan. Algunos, a quienes aterrorizan es a sus propios aficionados.

El Atlético no tiene a Nekounam ni Masoud

Paco González, en Carrusel: "El Atlético no tiene un centrocampista como Nekounam". Ciertísimo. Es posible que ni lo buscara. Siguió esa política de fichar al manotazo que tienen algunos clubes, ricos por presupuesto y pobres en su organización. El último medio que trajo, Assunçao, llegó casi libre, rebotado del Oporto. Una evidencia. Osasuna maneja mucho menos dinero, pero más organización: hace tres años se marchó ¡hasta Irán! para fichar a Nekounam y este año se ha traído a Masoud. ¿Vieron ayer su golazo? ¿Cuánto vale montar una red con 10 o 12 ojeadores, viajes incluidos? Un millón de euros, a lo sumo. Lo que cobra Assunçao en una temporada.

Ferguson de La Mancha

Trece victorias en 14 partidos (lo del Camp Nou casi no cuenta) parecen crédito más que suficiente como para que algunos convirtamos a Juande en nuestro favorito a técnico del próximo Madrid. Si no ocurre así, él no se morirá: le sobrarán novias ricas y famosas. Juande sobrevivió al equipo en la UVI, le dio solidez atrás (algo de lo que no se acordaba el madridismo) y ha sabido mantener ese espíritu indomable, seña de Chamartín, para disputarle la Liga al Barça hasta el final. Sus detractores le han criticado la falta brillantez, en el campo y en la sala de Prensa, y ahora otros le discuten la suplencia de Guti, algo que no es capricho sino táctica. Sigue el manchego una máxima de entrenador bueno: ser colega con los futbolistas regulares, para darles confianza, y padre severo con los futbolistas buenos, para que no se confíen. Esto último lo dijo Sir Alex Ferguson, el entrenador más laureado de la historia.

Piqué: con los centrales hay que ser paciente

Guardiola y Del Bosque le mezclan a Piqué titularidades importantes con suplencias que pueden parecer inmerecidas, pero que en realidad responden a una estrategia de escultor: convertir al buen defensa en uno grande, y hacerlo sin quemarle. Albiol, Alexis, Garay, Sergio Ramos cuando juega ahí... En este país falta paciencia con los centrales. Olvidamos una ley: el grado de cocción que necesita un futbolista es directamente proporcional a lo retrasado que juegue. Los delanteros suelen destaparse en la adolescencia. Los centrocampistas, al salir de la veintena. Se dice que los porteros tardan más que nadie y alcanzan su plena madurez a los 27 o los 28 años. Con los centrales, que también juegan cerca de la portería, hay que esperar hasta los 24, o los 25. Esa edad en la que la velocidad aún funciona y el defensa conoce ya a una variedad aceptable de delanteros. Pepe (25 años, 24 cuando llegó al Madrid) es un ejemplo. Piqué (22) recorre ese camino.

El personaje: De la Peña

De la Peña, ese Buda en calzoncillos, metió otra vez al Espanyol en los terrenos de la mística. Primero, con una asistencia propia del Sexto Sentido, de esos pases que sólo ve él como sólo Bruce Willis veía a los muertos en la terrorífica película. Iván Alonso era el destinatario goleador. Lo Pelat tenía la tarde: minutos después, convirtió el 2-0 mientras el Deportivo bostezaba. Fue un disparo preciso, un gol de pillo que terminó de apagarle la luz a los gallegos. El peligro de descenso sigue ahí, inminente. Aún queda un largo camino por recorrer. Pero pase lo que pase el españolismo se guardará en la retina varios momentos grandes, regalados por un futbolista diferente, fantástico y genial. Un jugador de los que hacen grande a este deporte que también les brindó, casi tres décadas después, una victoria deliciosa en el Camp Nou. La imaginación hace milagros así que soñad, pericos: con Iván, la salvación es posible.

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