Liga BBVA | Valencia

El club venderá una torre a Ortiz si Bancaja le presta más dinero

El dueño del Hércules pagaría 62 millones de que rebajarían la deuda de 240 con Bancaja

Pedro Morata
alberto iranzo

El Valencia estudia la posibilidad de un parche financiero, dado que es lo único que tiene en la mano ahora mismo; lo único, real: lo demás son castillos en el aire. Se trata de dejarte cortar un pie antes que la cangrena te obligue a cortarte la pierna entera. Bancaja le presentó a Javier Gómez una lista de empresarios que podrían estar interesados en adquirir la parcela sobre la que se levanta el viejo Mestalla y ahí estaba el nombre de Ortiz. El sueño de Bancaja era que el dueño del Hércules se quedara con el Valencia C.F. en su totalidad. Pero ese gozo, de momento, se queda en el pozo.

Javier Gómez le ofreció a Ortiz la totalidad de la parcela de Mestalla. Era el tercero de una lista de compañías solventes, con credibilidad a ojos de Bancaja. Pero Ortiz sólo quiere utilizar su 'riñón' económico para una de las parcelas. En concreto, para una de casi 23.000 metros de volumetría que compraría por un total de 62 millones de euros.

Es un precio bajísimo de auténtica 'ganga' comparado con el que se manejaba en el mercado inmobiliario en otros momentos. El metro se vendería a 2.700 euros, muy lejos de los 4.800 que Soler se comprometió a pagar por todas las parcelas. Su torre de 18.800 metros la compró por 90 millones.

En el acuerdo que se ha cerrado con Ortiz no se contempla (por escrito) una opción de recompra por el Valencia, aunque verbalmente el dueño del Hércules ha dejado abierta la posibilidad de que el Valencia pudiera recomprar esta parcela cobrando un 7% anual de intereses. La operación real es una compra-venta pura y dura. Pero si Ortiz se aviniera en un futuro a devolverle la parcela a la entidad de Mestalla recuperando sus 62 millones, cobraría de intereses unos cuatro millones por cada año.

Venta condicionada.

¿Y qué hace el Valencia con los 62 millones de cobrados? No se los puede quedar. Debe dárselos obligatoriamente a Bancaja, que tiene hipotecadas todas las parcelas de Mestalla como garantía de cobro de un crédito total que asciende a 240 millones de euros.

En realidad, esta venta es una solución más para Bancaja que para el Valencia. Por ello, esta operación no se aprobará ni tan siquiera se propondrá en el Consejo de Administración que se celebrará mañana si, paralelamente a que el Valencia rebaje su deuda con Bancaja en 62 millones, la entidad bancaria no le facilita al club de Mestalla otro crédito por al menos 80 millones de euros, que le sirva para poder sobrevivir, por lo menos, los próximos 12 meses y ganar tiempo para seguir trabajando en otras soluciones.

En ese caso, con el dinero nuevamente prestado, se pagaría a los jugadores los 15 millones de adeudados y a la UTE sus 19 para reanudar las obras, previo acuerdo de refinanciación de pago a largo plazo y no a seis meses.

Pero, ¿con qué garantía va a avalar el club, ante Bancaja, ese nuevo préstamo? Las otras tres cuartas partes de la parcela de Mestalla están hipotecadas garantizando los 180 millones que se le seguirían debiendo a Bancaja. La otra parte se ha vendido a Ortiz y, por tanto, al club sólo le queda para avalar ese nuevo crédito la torre de oficinas-hotel-centro comercial de 55.000 metros en el nuevo Mestalla.

¿Va a querer correr ese riesgo nuevamente el banco, que ya está pillado en 180 millones de euros con el viejo Mestalla? Mañana, Bancaja tiene que contestar al respecto. Si la entidad bancaria no acepta rebajar su deuda en 62 millones de euros para inmediatamente volver a dar otros 60 u 80 al club, el acuerdo verbal con Ortiz no se llevará adelante. Y, entonces, ¿qué? Salvo que Soriano se presente con 'el milagro' en estos próximos días, las alternativas que quedan son las de una ampliación de capital o declarar el concurso de acreedores.

Opciones: ampliación de capital o concurso de acreedores

Otra vía de ingresos es proponer una ampliación de capital. Actualmente, el capital social de 9,2 millones de euros es valor 0. Realmente, las acciones de Soler y Soriano con los estados financieros del club es cero. Se propondría una ampliación de capital de entre 60 y 80 millones. El Valencia es una empresa que necesita liquidez y sus dueños tienen que tomar soluciones o decidir qué hacen con ella. Y sus mayoritarios dueños con Soler (37%) y Soriano (10%). Sin su aprobación, no saldría adelante la ampliación de capital. Estarán en un brete porque si votan en contra, impiden la entrada de liquidez al club que uno ha arruinado y el otro no ha saneado. Y, si votan a favor, se verán obligados a tener que poner dinero para mantener su estatus de poder. En concreto, si la ampliación fuese de 80 millones, Soriano tendría que poner ocho y Soler 29. Ninguno de los dos está en condiciones de hacerlo. Pero existiría la posibilidad de alguien de fuera que quisiera invertir en el Valencia lo hiciera, asegurándose el control total o parcial de la sociedad. Por otro lado, si Bancaja no aporta liquidez con un nuevo préstamo, tras rebajarle el Valencia la deuda en 62 millones, y Soriano y Soler no aceptan una ampliación de capital, el club está abocado obligatoriamente a convocar concurso de acreedores voluntario, lo que se conoce como suspensión de pagos.

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