Dani Ballart

"Me habían dicho que iba a ser el próximo delegado del equipo"

Dani Ballart, cabeza de turco de la noche del Sutton, ha ordenado sus ideas. Cinco semanas después de su despido recibe a AS en la piscina del CE Mediterrani.

Han pasado ya cinco semanas, Dani. Ha llegado el momento de hablar con calma.

Pues aquí me tiene, en la piscina del CE Mediterrani, a punto para entrenarme. El sábado jugamos en Sabadell y luchamos por la cuarta plaza.

¿Y del Espanyol?

He leído que hay lío con Kameni y la lesión. ¡No puede ser que le demos bombo a estas cuestiones! El club debe tratar de buscar la normalidad para que, de una vez, vuelvan los resultados. Lo más importante ahora es salir de abajo.

Usted ya puede controlar qué pasa ahí, claro.

No. Lo puedo hablar hasta un punto.

Le echaron por aquella noche del Sutton y casi no ha dicho ni mú desde entonces.

Lo voy a hablar hasta un punto. El que haya querido entenderlo, pues mejor.

¿Ha vuelto al Sutton?

(Se ríe). Esto es como un jugador del equipo que ayer me mandó un SMS diciéndome que, cuando acabe la temporada, podríamos quedar para hacer una cena y contarnos la vida. Pues perfecto... Así son las relaciones. Es que se magnificó todo de una manera irracional, sin sentido, porque, además, si alguien puede decir qué hemos hecho con relación a las salidas nocturnas somos Paco Herrera y yo.

Usted está aquí conmigo y el otro, en Castellón.

Tanto él como yo sabemos lo que hemos hecho. Lo que hemos perseguido y los toques de atención que dimos a algunos jugadores.

¿Y por qué no lo dijeron en su día? Para defenderse, al menos...

Hay cosas que hay que tratar internamente. Lo que sí que le puedo asegurar es que el domingo pasado no había nadie de fiesta.

No me parece que se haya defendido bien de lo que pasó aquella noche del 5 de febrero, en la discoteca Sutton.

Lo que no he querido ha sido explayarme en los detalles. Dije que antes de la cena ya avisé a Mauricio Pochettino que se estaba mascando una cena de equipo. Y yo, en mi tiempo libre, me fui con mi novia y un amigo a cenar; después decidimos alargar la noche, con la enorme lástima y la enorme fatalidad del destino de coincidir, por pura casualidad, con ellos.

¿Era usted un habitual acompañante de noche de los jugadores?

No. Esporádico, porque además era algo que hablé mucho con Paco Herrera. En ocasiones les acompañaba para que no hubiera problemas. Nada más. ¿Las cenas y las fiestas? Eso pasa siempre. Y no sé por qué me echaron. Sí que entiendo la gravedad de la situaci estando en posición de descenso no pueden alargarse las fiestas sin sentido, porque por encima de ellos hay un escudo y una entidad. No se puede ir uno de juerga cuando no estás haciendo bien tu trabajo. Las terapias de grupo hay que hacerlas en petit comité.

¿El problema es que cuando desde el club le llaman para que dé explicaciones usted les da largas?

No, para nada. Cuando me llaman lo cuento todo. Me comentaron que ellos creían que lo que debía haber hecho desde el día siguiente o en el mismo momento era llamar a unas personas para informarles (son Pedro Tomás y/o Dani Sánchez Llibre). Yo informé a quién creía que debía saberlo (a la mañana siguiente de la fiesta, se lo dijo a Pochettino). A partir de aquí, hay muchas historias.

Los rumores cuentan que algunas personas del club esperaban algún desliz suyo para quitarle de en medio...

A mí también me ha llegado ese rumor... Lo que me extraña es que se diga esto cuando, por ejemplo ayer, hay un jugador que me dice que me echan mucho de menos. A lo mejor esta gente no era consciente del trabajo que estaba haciendo.

¿Le ha decepcionado cómo se ha comportado el presidente?

Bueno... Lo que sí que me hubiera gustado es haber hablado más con él para que le quedasen las cosas claras. Me parece que no sabe muy bien lo que ha ocurrido.

¿Le ha llamado?

No. Lo pensé muchas veces. Al final creí que él, como presidente, debía saber la decisión que se iba a tomar. Él sabe que le soy fiel.

Pena de final.

En ningún momento me imaginaba un final así. Al revés... Mi proyección iba mucha más allá. Yo tenía cosas muy apalabradas y ligadas. La realidad es muy clara: esté yo o no, los jugadores seguirán saliendo de cena y de fiesta si les viene en gana. El que no le vea así, allá él.

¿Cree que alguno de los ocho futbolistas que estuvieron en esa discoteca ha pagado alguna consecuencia deportiva?

No lo sé.

¿Qué tal con Mauricio?

Bueno... El decidió tomar la postura más adecuada para el grupo y para sí mismo. Y ya está.

¿Le ha decepcionado alguien?

Mira, quiero pensar en toda la gente que he tenido cerca. Me quedo con lo positivo. He perdido una final, pero seguro que vendrá otra.

No me acabo de cree que después de tantos años al servicio del Espanyol le pongan en la calle sólo por haber coincidido en una discoteca con ocho jugadores.

Pero no sé la razón. Soy consciente de las palabras del director general el última día que nos vimos. Y no profundizaré, Quique. Qué más da ahora. Sería meter mierda, y ahora sólo importa el Osasuna. Y me dirás que soy tonto porque a mí me han matado mediáticamente, pero seguramente es la deformación que tenemos todos los pericos. ¿Si había algo más? Pues me lo podían haber dicho, ¿no? Para poder corregirlas, al menos.

Ese futuro que tenía apalabrado...

Me habían dicho que sería el próximo delegado del equipo.

Una vez se jubile José María Calzón, claro.

Sí. Estaba encantado. Vincularse aún más al equipo, viajar con ellos y ayudarlos in situ, donde todo se cuece, me ilusionaba muchísimo. Era un sueño, claro.

¿Descarta volver al Espanyol?

No. Porque tal y como han ido las cosas, para mí esto es un punto y aparte. Son etapas, momentos, circunstancias, calenturas o decisiones que se toman; cuestiones que, en definitiva, si preguntan a los jugadores, verán qué importante era el trabajo que se hacía en el vestuario.

Será una caramelo para el que quiera ser oposición a la corriente danista...

Mira, para mí lo importante es que, debido a mi labor, hay mucha gente que ha valorado mi trabajo y que esa figura se necesita. Me salen planes de futuro relacionado con la atención al jugador de una manera más individualizada. No me planteo ser un arma de lucha electoral. No entraré en esa guerra. Seré fiel a Dani hasta que se marche.

El no lo fue con usted.

No sé lo que le deben haber explicado. Dani me dio la oportunidad de estar ahí dentro y, sólo con eso, le debo todo el respeto. Le defenderé a muerte a pesar de todo.

Vamos, que Ballart pagó el desastre de gestión.

En momentos de crisis hay que confiar en la gente con experiencia en el deporte. En el Espanyol nos agobiamos demasiado pronto. La calma es una victoria posterior.

O sea que Ballart no hubiera destituido a Ballart, ¿no?

Yo no hubiera destituido a mucha gente que se ha marchado este año. Hubiese dado margen y confianza a los que empezaron el trabajo.

Un inciso: ¿Ha leído el libro de Manel Estiarte?

No. Y no fui a la presentación. Tampoco fui invitado, porque no he hablado con Manel.

Parece que ha escrito un emotivo acto de contricción. A los compañeros de aquella Selección les considera sus "hermanos"...

¡Siempre fuimos hermanos! La gente no entiende que en esa España que lo ganaba todo había mucha competencia. Si no la hubiese habido no se habrían ganado tantos títulos. Era una lucha diaria entre nosotros, para ser mejor uno que el otro, y eso nos llevó a la excelencia. Muchos equipos de fútbol se podrían aplicar estas reflexiones. El deportista que se crea por encima del grupo está muerto.

¿El Espanyol sufre ahora por haber pecado de invidualismo?

Se debería haber reflexionado más. Si estamos los últimos es por algo.

Siempre habrá quién le dé la culpa al núcleo duro; ya sabe, dicen que son Tamudo, Luis García y De la Peña...

Quisiera desmitificar este famoso núcleo. Si en algún momento he encontrado gente profesional de verdad y que coincidan en mis ideas de trabajo y excelencia son estos jugadores. Me identifico con ellos. No existe el núcleo duro. No he visto que sean ni soberbios ni discriminatorios. El núcleo duro es una absoluta mentira. A los nuevos les decía que se fijaran en ellos y que disfrutaran de los compañeros que antes estaban en los cromos.

¿Quién será el próximo presidente del Espanyol?

Sinceramente, creo que Dani Sánchez Llibre. Es y será. No se va a marchar por ahora. Dios no lo quiera que sea porque las cosas salgan mal y no se pueda ir. Creo que tal y como está el club en la actualidad, pienso que aguantará. ¡Pero me puedo equivocar! Él es el primero que, evidentemente, no es feliz con la situación. Le duele mucho irse así. Dani proyectaba su final de otro modo. Él y todos. Yo mismo, no proyectaba estar así ahora. A Dani le gustaría dejar al club en una situación tranquila y no un barco sin capitán, en una tempestad como la que está cayendo. Le haría más daño irse ahora que si se queda un tiempo más en la presidencia.

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