José A. Camacho

"Ojalá el domingo nos jugáramos la UEFA"

Osasuna y Espanyol se juegan más de media vida el domingo en Pamplona. Camacho, aquel que salió a hombros de Sarrià está hoy en la acera de enfrente...

Tomás Guasch

Me acuerdo de aquella tarde en Sarrià. El españolismo le despidió enarbolando carteles con su nombre. Atrás quedaba el último ascenso, la clasificación para la UEFA...

Yo también me acuerdo. ¿Cómo iba a olvidarlo?

Y ahora, ya ve...

Ojalá el domingo nos jugáramos la UEFA y no tres puntos para escapar del descenso.

No será un día cualquiera, tampoco para usted.

Claro que no. Tengo muchos amigos en el Espanyol y se lo que están sufriendo. No puedo ser original: por mí, que nos salvemos los dos.

El Espanyol se juega más.

No sabría decirle. Para nosotros es un partido crucial. Si ganamos escalaremos posiciones, fallamos contra el Sporting y recuperamos algo en Sevilla. Como al propio Espanyol nos falta jugar con rivales directos y la clave está en casa. El que acierte ahí tendrá mucho ganado.

Ha seguido a los pericos, claro.

Sí. Frente a Barça y Villarreal sin ir más lejos. El derbi lo ganó bien y en El Madrigal no mereció perder. Pero este partido nuestro no tiene nada que ver con aquellos. Aquí partimos de una igualdad, el panorama es parejo y se juega en el Reyno, donde la gente aprieta mucho. El Espanyol sabe a lo que viene.

Con Tamudo y De la Peña.

Con ellos es otro equipo, esa conexión es clave. Iván es genial y diferente, Raúl se las apaña solo para sacar petróleo... Lo mejor para ellos, sin embargo, es que no están jugando mal, no es un equipo entregado.

Por cierto: ¿Pandiani estará listo para el domingo?

Tiene molestias, pero confío en que sí estará. ¿Juanfran? También. De momento no tengo problemas en el vestuario.

¿Se explica los problemas blanquiazules?

Debuté con Osasuna en Montjuïc y nos ganaron. Pusieron tierra de por medio entonces y no pensé que fueran a pasar apuros. Pero empezaron a perder y a perder y cuando te mes abajo cuesta salir. Claro que se me hace complicado entender que nos visite como colista.

Ustedes un día se caen y a otro, se levantan.

Sí, nos falta regularidad, victorias seguidas. Pero estoy contento con mi trabajo y con lo que me rodea. Firmé porque sabía que aquí huele a fútbol y porque estaba seguro de que podría conseguir que el equipo sea capaz de hacer lo que debe hacer.

No da para la Champions, pero sí para la permanencia.

Eso pensamos ocho o diez equipos. Ninguno de ese grupo está a salvo. El Espanyol, nosotros, buscamos sumar seis puntos seguidos. Lo hicieron Valladolid y Sporting y fíjese qué tranquilidad. El problema es que no es fácil ganar.

El Espanyol, ni metiendo tres goles en casa.

El Betis hizo tres en Mallorca y tampoco ganó. Por arriba se escaparán los tres primeros, pero del octavo para abajo que no se fíe nadie.

Pochettino recordó ayer que usted le trajo a España.

Sí, José Manuel Lara y yo. Sabíamos de él, de su presencia en la selección argentina sub'20 y lo fichamos. Fue un futbolista magnífico, de los que siempre cumplen. Ahora es entrenador porque siempre le gustó el fútbol; conmigo ha hablado muchas veces. Su problema es que no hizo la pretemporada con el equipo; también me pasó a mí en Osasuna. Eso tiene mucha importancia pues lo diseñas todo a tu manera, desde la plantilla al más mínimo detalle.

¿Seguirá usted en Osasuna o está todo por hablar?

El club tiene la palabra, pero si nos mantenemos probablemente sí continuaré.

¿Habla con Lara del Espanyol, de la vida...?

Hace un tiempo que no hablamos, sí lo hice con Pepe Crehueras. José Manuel sabe que yo no soy dudoso: si me ha necesitado me ha encontrado y yo, muy orgulloso de hacerlo.

Lo digo porque si la cosa acaba aquí en tararí igual...

No está el panorama para pensar más allá del domingo e insisto, en mi futuro, la voz la tiene Osasuna.

Ya. Pero recuerdo que Lara lo propuso a usted en su día de director deportivo, el mismo cargo con el que se presentó a las últimas elecciones del Madrid con Juan Palacios. ¿Le seduciría el despacho?

Ahora mismo me seduce el banquillo, el olor a hierba. Lo que me ofreció Osasuna. Oiga, soy feliz aquí.

Mucho que me alegro. Y puesto que salió el Madrid a escena, ¿qué le han parecido los últimos acontecimientos?

Lo que le dije a usted en su día: que si se hubiesen contabilizado los votos por correo, los legales, no habría ganado Calderón. ¿Qué derecho tiene nadie a impedir que un socio utilice esa vía y no la presencial? Sin trampas, claro. ¡Es que eso es evidente! Aquellas elecciones las decidió la política y eso siempre casó mal con el fútbol. Que todo se embolicara no me extrañó: lo que mal empieza... Todo esto deja una enseñanza clara: el presidente del Madrid debe ser elegido por un amplio respaldo social.

¿Entiende que Florentino Pérez sea reclamado casi por unanimidad?

Los socios dirán. En fútbol, lo que hoy es malo mañana lo hace bueno un resultado y al revés. Eso sí: en el aire queda una cosa extraña, parece que se trata de un Rey Mago que va a traer a Kaká, a Cristiano Ronaldo...

¿No debería intentarlo?

El Real Madrid debe estar por encima de jugadores, técnicos, presidentes... ¡Es el estilo, amigo! A lo que yo me refería cuando las elecciones.

Usted tuvo atado a Iniesta. Lo tenía clarísimo: Andrés era su Cristiano Ronaldo.

Yo tenía claras muchas cosas que no se pudieron concretar. Sobre todo una: la filosofía del Madrid pasa por recuperar el fútbol y sus valores, el fútbol del Madrid de toda la vida. Eso es lo que de verdad vale...

Aunque no lo entiendan.

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