Estiarte: "Soy un privilegiado por trabajar con Guardiola"

Manel Estiarte, probablemente el mejor waterpolista de todos los tiempos y ahora director de relaciones externas del FC Barcelona, se siente "un privilegiado" por trabajar al lado de Josep Guardiola y "volver a sentir en directo cómo late el deporte", ocho años después de su retirada.

Estiarte relata su vida como deportista de elite en ''Todos mis hermanos'' (Editorial Plataforma), un libro autobiográfico en el que dedica un capitulo especial a su nueva vida como ejecutivo de la entidad azulgrana y de la que revela algunos detalles interesantes.

"Estoy en un club al que siempre he querido, que es el Barça; en un deporte que siempre me ha apasionado, que es el fútbol; y trabajando como mi mejor amigo, que es Pep Guardiola. No queda mucho margen para la duda, porque incluso cuento con el apoyo de mi familia", explica cuando se refiere a esta nueva aventura profesional.

Estiarte desvela en el libro que fue el presidente, Joan Laporta, quien le llamó para incorporarse al club sin el conocimiento de Guardiola, pese a que había bromeado con él en muchas ocasiones sobre la posibilidad de que el ex futbolista de Santpedor acabase siendo el entrenador del conjunto azulgrana y el ex waterpolista manresano su hombre de confianza.

"Pep Guardiola es tan claro, tan sincero y tan duro en sus decisiones, que si no le hubiese parecido bien mi incorporación al Barça me lo habría dicho sin ningún problema", asegura el ex waterpolista, que dejó Italia animado por su mujer y sus dos hijas, con quienes se reúne, en Barcelona o en Pescara, siempre que puede.

En el club catalán Estiarte ha vuelto a respirar el ambiente de un vestuario, algo que ha echado terriblemente de menos: "De alguna manera, es como si volviera a revivir mi propia carrera con una pátina de romanticismo, de nostalgia".

Los jugadores, uno a uno

El director de relaciones externas del FC Barcelona hace una breve descripción de todos los jugadores de la plantilla: "la ambición, la fuerza, la agresividad por lo que ha sufrido en su vida de Samuel Eto''o", "la genuina calidad angélica de Messi", "la seguridad, la fuerza que le da a Carles Puyol el saberse afortunado de hacer lo que hace".

También habla de "la alegría de Piqué", de "la seriedad, el señorío y elegante saber estar de Thierry Henry", de "la serenidad de Xavi, su calidad humana, su capacidad para estar siempre en el lugar que le corresponde", de "la dulzura e ingenuidad, la ternura, el inmenso futuro de Bojan" o de "la discreción, la humanidad, la inteligencia, los valores humanos que posee Iniesta".

De Valdés destaca "el admirable punto de locura, como el que tienen todos los grandes porteros del mundo", de Keita "la seriedad y serenidad de una persona profunda y de valores arraigados", de Gudjohnsen su "solida mentalidad, nórdica, europea, abierta" y de Dani Alves su "punto de locura, esa fuerza física y mental, ese empujar del carro".

Para Estiarte, Márquez es "valentía, discreción y silencio", Touré Yaya "un niño grande", Cáceres "un joven recién llegado, muy reflexivo" y Sylvinho "una persona encantadora, muy religiosa", aunque las palabras que dedica a Alexander Hleb son las más curiosas de todo el capitulo: "Hleb, el bielorruso, que en los primeros meses no diré que estaba distraído pero... ni perdido, pero..., ni despistado, pero...".