Liga BBVA | Vigesimosexta jornada

Multifútbol

Jornada de 'Seudogalácticos', jugadores que inspiran su fútbol en los cinco magníficos de Chamartín: Pedro León, el Beckham de Mula; Aranda, el Ronaldo de El Palo; Negredo, el Raúl de Vallecas; Cortés, el Roberto Carlos diestro y, por supuesto, Valerón: tras su lesión, el de Arguineguín se parece a Zidane más que nunca.

jesús rubio

Castro y preciado, el padre-técnico

Diego Castro creció dándole puntapiés a un Tango mientras su padre, Fernando Castro, inauguraba su carrera en los banquillos en Pontevedra, Arenteiro y aquel SuperCompos que subió a Primera. Sabe Diego, mejor que nadie, lo que significa convivir con un padre-entrenador. Por eso obedeció a Preciado cuando el técnico sportinguista le mandó a la ducha tras dos entradas duras en un entrenamiento. Por eso cumplió sin rechistar el castigo de no jugar ante el Mallorca. Y por eso, ayer, se reconcilió con Manolo de la mejor manera posible: marcando un golazo. Luego se lo dedicó señalando al banquillo. Como si se tratara de su padre, no de su entrenador.

Diego sobrevive a la sombra de Iker

A pesar de no ser un tipo muy espigado (1,84), Iker sigue proyectando una sombra gigante y marcando, sin querer, la carrera de aquellos porteros que no aceptan el rol de suplentes del mejor guardameta del mundo. Dudek ha aguantado dos años, pero se irá a final de campaña. Antes que el polaco se marcharon César, rebotado ahora en el Valencia; Carlos Sánchez, en Segunda, con el Castell Kiko Casilla, cedido al Cádiz, de Segunda B... Y Diego López, que buscó fortuna en el Villarreal y, éste sí, se hizo grande con él. Diego, a quien pretende el United, mantuvo el 1-0 ante el Espanyol y demostró otra vez que la sombra de Iker no le empequeñece. Aún.

Iniesta crea adicción

La presencia de Iniesta debería avisarse en el reverso de las entradas, o antes de comenzar a emitir los partidos del Barça por televisión: "Este futbolista puede provocar adicción". Adicción sin riesgo para la salud, de las buenas, para el espectador; de las malas para el rival y de la regulares para su propio equipo. Ver jugar al albaceteño resulta un placer para cualquier aficionado al que le guste el fútbol de seda. Sufrirle, una tortura a los rivales, del que Andrés escapa como de colegiales en el recreo, con la pelota pegada a su pie; y tenerle en tu equipo, una ventaja cuando se encuentra sobre el césped, y mucha nostalgia cuando las lesiones o las rotaciones le dejan en la grada o en el banquillo. Sólo hace falta mirar la estadística: sin Andrés, el Barça pierde mucho más y brilla mucho menos. En pleno debate sobre la Messidependencia, Guardiola habría de reconocer otra adicción, igual o mayor que la de Leo: Iniesta.

El Betis: entre "Los Fantásticos" y "Los Mantas"

Como buen técnico brasileiro, Elba da Padua, Tim, aportó más a la filosofía que a los entrenamientos. A Tim se le atribuye la famosa Teoría de la manta corta: "Si te tapas la cabeza, te destapas los pies. Y viceversa". O sea: si atacas con mucha gente te desproteges en defensa, y si defiendes con muchos te debilitas arriba. Más que salir al campo, este Betis pasa frío en los pies desde agosto. Invirtió poco en zagueros (llegaron Nelson y Monzón, más que laterales, extremos) y se dejó los cuartos en delanteros (Oliveira, Sergio, Emaná, Juanma...). El Betis tiene la cabeza caliente y los pies helados, Fantásticos arriba y Mantas atrás. Primera consecuencia: Chaparro inclina sus encuentros hacia el abismo. Ante el Villarreal empató un 0-2 y en Mallorca se dejó igualar un 0-3. Segunda: los aficionados imparciales disfrutan como niños y los béticos (me acuerdo de Lopera, ingresado en un hospital) pierden horas de vida a cada minuto loco que juega su equipo.

El personaje: Agüero

Oporto, Villarreal y quizá, el rival de cuartos en la Champions... Esperemos que Abel, en vez de temblar, se frote las manos pensando en el puñado de partidos grandes que le llegan al Atlético en el calendario. Dispone del Kun, un futbolista que no nació para partidos menores. Barcelona y Madrid, los dos mastodontes de nuestra Liga, han sufrido la mejor versión de este delantero genial, al que comparamos con Romario por el físico, pero que va camino (tiene sólo 20 años) de trascender mucho más que aquel nocturno punta brasileño. Agüero no marcó esta vez, pero por qué alimentar siempre el fútbol con la estadística, y no con la poesía. Sólo la casi sobrenatural presencia de Casillas, y también la guerra psicológica emprendida por Cannavaro (el central italiano afirmó en la previa que el Kun falla demasiado ante la portería y le funcionó; a saber lo que le diría en el campo) evitaron que el yerno de Maradona formara un lío muy grande y diera al Atlético su primera victoria en el Bernabéu tras casi 10 años.

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