Liga BBVA | Osasuna 1 - Sporting 2

Gran salto rojiblanco

Dos golazos de Barral y Castro alejan el descenso.

PASO DE GIGANTE. Luis Morán y David Barral celebran el primer tanto sportinguista en la tarde de ayer.mikel saiz

El Sporting sorprendió a Osasuna, incapaz de sobreponerse a los zarpazos de Barral y Diego Castro, con los que el equipo de Preciado encarriló un partido en el que marcó diferencias con el descenso. Osasuna, excesivamente nervioso y con prisas, sólo acertó de penalti.

El partido tuvo un inicio con mayor presión osasunista. Los navarros, al conocer las deficiencias defensivas de los rojiblancos, abusaron de buscar la espalda a los laterales y de colgar balones el centro del área gijonesa. El Sporting mantuvo un buen tono defensivo, salvo en una genialidad de Masoud, que no supo finalizar ante Lafuente.

El equipo de Preciado buscaba atar a Osasuna con la idea de mantenerlo alejado de su área. Y lo logró con la presión de Barral, la presencia de Diego Castro y las incursiones de Carmelo. El delantero gaditano inauguró el marcador del Reyno de Navarra con un potente disparo cruzado, que sorprendió a Roberto, en un pase desde la otra banda.

Osasuna acusó el tanto, pero mantuvo su ritmo de juego directo. El conjunto pamplonés no encontraba fisuras y tampoco aprovechaba los únicos despistes defensivos de los rojiblancos.

El Sporting volvió a sorprender con un golazo de Diego Castro. El gallego hizo un quiebro por su banda y al llegar al pico del área lanzó un trallazo cruzado al ángulo superior izquierdo de Roberto.

El segundo tanto hizo que Osasuna empezara a jugar más con el corazón que con la cabeza. Pudo llegar el tercero. De hecho, llegó, pero Medina Cantalejo anuló el tanto a Barral, por una falta en el salto con Miguel Flaño, acción en la que estuvo meticuloso el colegiado andaluz.

El partido volvió a cobrar interés en un penalti ingenuo y extraño, en una falta vertical de Puñal. El balón rebotó en la barrera y dio en la mano de Barral, en una acción aparentemente involuntaria y protestada por gijoneses. Masoud engañó a Lafuente.

El segundo tiempo comenzó con un aviso de Carmelo que atajó Roberto y con otro gol de Barral, anulado por Medina, por un desequilibrio de Cruchaga.

Camacho introdujo cambios. Plasil cayó a la otra banda y retrasó a Juanfran al lateral derecho. La réplica táctica de Preciado fue transformar el sistema en un 4-1-4-1, con la entrada de Diego Camacho junto a Míchel, con Matabuena por detrás y Carmelo escorado a la banda derecha.

Mientras la alocada ofensiva osasunista se estrellaba con la defensa gijonesa, con un fenomenal tono de seriedad, la delantera gijonesa hacía algunos estragos en zaga local, pero sin resolver.

El Sporting controló bien a Osasuna en la última parte del partido, en la que aseguró el triunfo, con un juego práctico. Al conjunto navarro le pesaron demasiado los dos goles gijoneses.

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