Liga BBVA | Sevilla - Almería

Negredo obliga a olvidar

San Mamés, en la memoria. Jiménez, con el once de gala

TONI RODRÍGUEZ

N ervión aún llora. Los sevillistas digieren con dificultad la triste historia sufrida en San Mamés. Allí se dejó el equipo rejones de credibilidad y sueños de grandeza. La afición se sintió despojada, como esos padres que observan sorprendidos la fuga del novio de su niña sólo días antes de la boda. Duro abandono.

En medio de algo parecido a un duelo, irrumpe la Liga, ese amigo que los padres siempre quisieron para su hija y que, tras el último fracaso, no puede volver a escaparse. Y hay tanto en juego que el propio Del Nido se ha encargado de secarle las lágrimas a los aficionados y pedirle a los jugadores que recuperen su honor a sablazo limpio. No hay más tiempo para lamentarse: Negredo amenaza a la vuelta de la esquina.

Penas que motivan. Los chicos del mediático Hugo Sánchez aparecen por el Sánchez Pizjuán automotivándose con las penas del enemigo y los recuerdos del 1-4 del año pasado. "No podrán disimular su desgaste en la Copa", es el deseo del mexicano y el temor de Jiménez. El Almería ha dado una pirueta interesante desde la llegada de Hugo. El equipo se ha revitalizado con espuertas de fe y golpes de sacrificio. Y, por supuesto, con la garantía de un pedazo de futbolista que ya está en la agenda de los grandes y marcado con rotulador en la de Monchi: Negredo. Al Almería sólo le queda confirmar su recuperación mejorando sus actuaciones a domicilio. En este apartado, los números son decepcionantes: no gana fuera desde el primer partido de Liga. Diego Alves, recuperado, será titular. Crusat le meterá velocidad al equipo por el perfil izquierdo y Uche intentará ser, de nuevo, el complemento perfecto del alma del Almería. Ya saben, de Negredo.

El Sevilla necesita unidad para enterrar las penas y Jiménez agradece poder contar con casi todos los efectivos. El hecho de que el equipo de gala esté a su disposición es un alivio. Konko y Escudé regresan a la defensa, con la esperanza de que la pájara que la zaga sufrió en Bilbao desaparezca con estos dos refuerzos. Navas y Capel estarán en las bandas y Duscher y Romaric reivindicarán su mejor estado de forma que el resto de los pivotes. La vuelta de Luis Fabiano es otra gran noticia. Vamos, que el Sevila jugará con todo. Los jóvenes Fazio y David Prieto, castigados, pagarán el error de todos. La Liga es ya el único objetivo sevillista, territorio en el que el equipo se ha mostrado más eficaz. Negredo obliga a olvidar.

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