Los lunes del asador Donostiarra | Almería | Hugo Sánchez

"El fútbol y la vida son para listos"

Hugo Sánchez pasa revista a su segunda etapa profesional en el fútbol español, ahora en el banquillo y como entrenador de un Almería al que quiere insuflar su espíritu ganador y sus conocimientos. El mexicano ya marcó época como goleador de leyenda.

Damián González

Transmite el gran Hugo Sánchez (50 años, ex futbolista de leyenda, de profesión "odontólogo/cirujano dentista, director técnico de fútbol, esposo y padre", segun reza en su última ficha personal que nos regala con los datos y conquistas de su enorme trayectoria) las mismas sensaciones de seguridad y confianza en sí mismo que cuando decidió ser uno de los más grandes goleadores del fútbol mundial. Hay algo en los genes de este mexicano que explica su ambición profesional, su orgullo profesional. Y una persona clave que le marcó, su madre, doña Isabel Márquez:

"Mi madre me inculcó desde pequeñito unos valores que he procurado seguir en mi vida y cada vez que la sigo viendo sonreír, aún trato de mejorar en todo. Ella siempre me dijo: 'Hugo, tienes que ser el mejor hijo, el mejor hermano, el mejor compañero, el mejor estudiante, el mejor dentista, el mejor novio, el mejor esposo, el mejor padre, el mejor futbolista'... Aprendí bien su clase y a veces ha llegado a decirme: 'Hugo, me tienes mal acostumbrada'. En el fútbol eso se traduce en decir 'aquí estoy yo', entendiendo esto como aquí está un profesional".

Marcó Hugo en círculo rojo que estaba destinado a triunfar como futbolista en España (sobran las palabras) y se le metió entre ceja y ceja hacerlo como entrenador. En ello anda ya con sus inicios en México:

"Estoy feliz de mis etapas con el Pumas, en especial cuando en el año que celebraba su cincuentenario, en 2004, fuimos doble campeones, una temporada redonda. Sí, también ganamos el trofeo Santiago Bernabéu al Real Madrid (dato que, evidentemente, figura entre los logros de la biografía en el apartado de director técnico). Tengo una anécdota de ese trofeo que se me quedó guardada en el corazón cuando el presidente de entonces, Florentino Pérez, hizo una excepción en la comida oficial de directivas y le dijo a mi presidente que quería que yo estuviese presente. Y no sólo eso, sino que le pidió excusas porque me sentó a su derecha, en el sitio destinado a él. Yo le agradecí el gesto... advirtiéndole que íbamos a ganar el partido. Ganamos, claro, 0-1. Pero fue un detalle personal de cariño que nunca voy a olvidar en la vida".

Pero estábamos en sus pasos en México, seleccionador nacional año y medio con una salida menos feliz:

La gran decepción.

"Mi intención era haber concluido el ciclo como seleccionador en el Mundial de Suráfrica y después dar el salto a España, aunque estando en los Pumas me llamó el presidente del Getafe, Ángel Torres, al que le agradecí su propuesta, que rechacé porque no podía dejar tirados a mis compatriotas. Otros clubes españoles lo habían descartado porque decían que no tenía experiencia cuando conozco mejor el fútbol español que el mexicano... Con la Selección quedamos terceros en la Copa América, no se puede soñar con asaltar a Brasil o Argentina, pero algunos no ven esa realidad. El fútbol mexicano se tambalea... En mi contrato pusieron que me comprometía con el primer equipo, pero también con la Preolímpica. Y nunca se me comentó que si no se clasificaba para los Juegos, yo quedaría también fuera de la Absoluta. No se protegió a Hugo Sánchez, la Federación no respetó ni las formas ni los tiempos. Incluso antes de un amistoso con Ghana se vieron con Javier Aguirre y dieron explicaciones extrañas. No fue agradable. Javier sí se portó como un señor en las declaraciones que hizo, tampoco se iba a negar a tener una reunión que le pedían directivos de la Federación de su país aunque fuera para hablar de fútbol... Bien, quisieron tapar a Hugo, pero mi nombre es Hugo Sánchez Márquez y se quedaron en la H...".

La llamada de España.

No hay mal que por bien no venga, el rico refranero español. Porque así pudo llegar la llamada del Almería:

"Cuando me llamó Alfonso García no fue cosa de aceptar porque sí, sino porque había visto vídeos y sabía que es un equipo para mirar más arriba de lo que dice la tabla, que ya habían estado más adelante y que pueden repetirlo. Percibí mucha ilusión conmigo y lo que trato es de inyectar mi esperanza y la sabiduría que haya podido coger de mi larga etapa como futbolista y la más corta de entrenador; quiero volcarme en este proyecto. Firmé año y medio pero no me importaría estar más tiempo. Mi filosofía es simple, como la vida, porque el fútbol y la vida son para listos. Aunque, eso sí, hay que saber medir: los que se pasan a veces se estrellan, y los que no lo son, no llegan".

Sostiene el mexicano que casi se siente aún futbolista: "A mis jugadores les digo que pueden jugar bien, mal o regular, pero que el alma se la tienen que dejar en el campo. Igual me he pasado en este mensaje (risas) porque nos están expulsando a demasiada gente y en algunos casos de manera exagerada. Yo quiero que los futbolistas me vean como su director técnico, sí, pero sobre todo les digo que soy el jugador más veterano del equipo. Como dijo Cantinflas, ni soy muy flexible ni soy muy exigente, sino todo lo contrario. Luego, tácticamente hay que ser agresivos, verticales y directos arriba, y contundentes y seguros atrás. Sí, es verdad que a Negredo le regalé un resumen de tres minutos con algunos de mis goles cuando estaba atravesando una rachita mala: si él mete un gol de chilena, yo me doy una voltereta como en mis tiempos, je, je".

Las raíces.

No es de su parcela, pero Hugo Sánchez quiere implicarse al máximo en otros aspectos, apoyar y colaborar en asuntos más de fondo:

"Detecté al llegar que hay ilusión, sí, pero que el equipo no está del todo arraigado con la afición y hay que conseguir que el club sea el estandarte, la bandera de la ciudad. Quizá porque pasaron muchos años desde la última etapa en Primera y con cambios de nombres. Autoridades, empresarios, restauradores, Prensa, todos debemos empujar para fortalecer las raíces. Ahora se han puesto en marcha medidas positivas, por ejemplo que si un abonado compra una entrada para un partido para un amigo, paga lo que cuesta pero la mitad se le descontará del carnet de abonado del próximo año. Y con precios más baratos, el estadio ya se va llenando. Hay que seguir esa línea".

Inevitable hablar del pasado, de sus difíciles inicios en el Atlético hasta lograr cuatro años más tarde un rocambolesco traspaso al Madrid; y la gloria ahí, leyenda goleadora siete años, Bota de Oro europeo la 89-90 con 38 goles:

"El Atlético me fichó de México por 375.000 dólares y me vendió por 2,5 millones pero hubo momentos duros. Al principio, Carriega, el entrenador, me ponía de extremo y no acababa de cuajar. Un día me llamó aquel presidente que salía más en las revistas que en los periódicos deportivos, sí Alfonso Cabeza, y me dijo que cobraba mucho, que no rendía y que debía rebajar mi ficha un 50%. Al final, lo hice para seguir en el Atlético y cuando volvió don Vicente Calderón tras el intervalo de una gestora, y con García Traid de técnico, me lo arregló salvando algunos otros obstáculos. El traspaso al Madrid se hizo en un banco del Paseo de la Castellana a través primero de un club mexicano para que la afición no la tomara con don Vicente. Yo me despedí como siempre he querido ser, como un profesional, con los dos goles de la final de Copa que le ganamos al Athletic en el Bernabéu".

Y en el Madrid, la explosión, la Quinta del Buitre y su 'alter-ego', la Quinta de los Machos que se inventó Hugo:

"No era una cuestión de piques, al contrario, todos nos beneficiamos de aquel equipo. En la Quinta de los Machos estábamos Maceda, Gordillo y yo, e incluí ahí para completarla al presidente Ramón Mendoza y al preparador físico Fernando Mata. Ganamos cinco Ligas seguidas, una más que el 'dream team' de Cruyff. Cuatro es una menos que cinco, son los números, la estadística... En Europa, el Milán de Sacchi supo maniatarnos y nos impidió ganarla. ¿Qué haría si me llamase algún candidato a las elecciones? Lo que yo desearía es que un presidente elegido me llame algún día porque confíe en mí. Claro que entrenar al Madrid entra en mis objetivos: no puedes tapar el sol con un dedo. Como profesional también entrenaría al Atlético, ¿por qué no? Lo del Barcelona ni me lo planteo. Gaspart sí quiso ficharme como jugador, pero su entrenador, Venables, prefirió a Archibald. Le dije a Gaspart que un año más tarde costaría el doble. Volvió a intentarlo con un cheque en blanco pero ya me iba al Madrid. El destino, es el destino".

Su 'segundo' Benítez.

Dice tener admiración por Luis, pero también acopio profesional de otros. Por ejemplo, de Rafa Benítez, curiosa historia:

"Cuando jugábamos partidillos con el Castilla que él entrenaba, me fijaba mucho en él, en cómo manejaba a sus jugadores. Y hablamos bastante, al punto de que le dije que cuando me hiciera entrenador me gustaría tenerle de segundo. Rafa pasó a entrenar a otros equipos y cuando a mí me llegó la oferta del Pumas le llamé, pero justo entonces a él le llegó la del Valencia. Ha hecho un gran Liverpool, la eliminatoria va a ser un choque de estilos y creo que será muy cerrada. Pero me da que el Bernabéu decidirá y que en el Bernabéu va a haber goles...".

Hugo lo dice....e el 89, los de Primera pagan 120 euros anualmente, lilación legal establecida. Los fut la AFE".

Madrid-Liverpool, Benitez pudo ser su segundom, habrá goles. El ariete nunca desparecerá.

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