Liga BBVA | Racing

A Muñiz no le caben los jugadores en el campo

Toda la plantilla está disponible y ayer los dividió en dos grupos

Serrano Arce

Que mediado el mes de febrero, un entrenador de Primera disponga de la totalidad de su plantilla en perfectas condiciones físicas es casi milagroso. Pues bien, ese es el caso ante el que se encuentra ahora mismo Juan Ramón López Muñiz. De cara al partido del domingo en Mallorca no tiene, además, que lamentar entre sus jugadores ninguna sanción ni ninguna limitación de orden contractual (como el caso de Jonathan Pereira ante el Villarreal o Garay contra el Real Madrid).

En las últimas sesiones, ayer sin ir más lejos, el técnico gijonés ha tenido que distribuir todos sus efectivos en dos grupos separados para poder trabajar con un mínimo de tranquilidad.

Gimnasio y balón. Las dos mitades en las que el entrenador dividió a su plantilla se alternaron ayer en La Albericia entre el gimnasio y el campo nº1. Mientras una parte, a las órdenes de Fernando Gaspar, trabajaron con las máquinas en la carpa instalada en las Instalaciones, la otra parte, con Muñiz a la cabeza, estuvieron disputando partidillos en campo reducido.

Como es habitual desde su llegada a Santander, el entrenador asturiano mezcló a sus jugadores de manera totalmente arbitraria sin distinguir entre los habituales titulares y suplentes. Las pistas, con Muñiz, como el año pasado con Marcelino, por cierto, de cara a adivinar el equipo titular del próximo domingo son prácticamente inexistentes para los habituales de las sesiones de entrenamiento.

De todas maneras, la vuelta de Pereira por Toni Moral se antoja como el único cambio previsible para Mallorca.

Sigue el peligro latente en La Albericia

Ya no es que el muro perimetral siga sin derribarse, es que hay espectadores que, haciendo caso omiso de las vallas que impiden acceder, están subiendo hasta el graderío para seguir las evoluciones de los futbolistas de la primera plantilla racinguista. Ayer, durante la sesión, hubo varios seguidores que vieron el partidillo tranquilamente sentados (como se ve en la fotografía) en unas gradas que están, desde hace años, cerradas por su peligrosidad. Afortunadamente, una vez más, no pasó nada.

Lo más visto

Más noticias