Viaje relámpago de Sanz para acelerar renovaciones

El presidente está en Málaga para intentar amarrar los pocos cabos que le quedan sueltos. Javi Calleja, Eliseu y Goitia. Tres nombres sobre la mesa, prioridades absolutas para el club. Por eso el presidente cogió un avión desde Madrid para intentar solventarlo todo en un visto y no visto. Hoy quiere regresar a la capital con el trabajo resuelto.

Primero está el caso Calleja. El madrileño acaba contrato a final de temporada. Tiene muchas opciones abiertas, entre las que destaca sobremanera la del Deportivo. Sin embargo, no firmará nada con nadie hasta que agote las opciones de seguir en Málaga, si es que eso ocurre y no renueva. En el club quieren que siga también. Aunque las posturas no estaban cerca, existe una predisposición por las dos partes que invita a cierto optimismo.

Otro que termina contrato es Goitia, pero el vasco no quiere saber nada que no sea deportivo y remite a su agente. Parece un caso que será sencillo de resolver.

Por último, está Eliseu. No se trata de una renovación (tiene contrato hasta 2010), sino de una ampliación. La urgencia real es que su cláusula (600.000 euros) le pone en el mercado. Y Fernando Sanz no quiere descapitalizar el equipo ni que nadie se lleve gangas de Málaga. Por eso está haciendo un gran esfuerzo en el caso Eliseu. "Estaría encantado de seguir aquí muchos años", dijo Eliseu después de su gran partido en Mestalla. Hay buenas intenciones.

Tranquilidad ante las ofertas

En el club hay tranquilidad máxima ante la marabunta de ofertas que empiezan a llegar a los jugadores del Málaga. Salta el Valencia con su interés en Gámez y Apoño. Equipos de media Europa espían a Baha. La Premier quiso 'robar' a Eliseu en el mercado invernal... Y la respuesta en todos los casos es la misma: ahí está la cláusula de rescisión. El Málaga hizo los deberes en verano y ató bien atados a sus mayores activos. Ya no hay rebajas en La Rosaleda. Es la nueva política del club, que no quiere que se repitan los errores del pasado en el que se devaluó el producto futbolístico y se malvendió a los mejores jugadores y prácticamente se regaló a los talentos que había en la cantera.