Caparrós ya sueña con ganar la final de Copa

Joaquín Caparrós se dio a mediodía de ayer un baño de multitudes en el aula magna del colegio Amor Misericordioso, del barrio bilbaíno de Irala. El técnico utrerano estuvo amable y participativo con menores y no esquivó una sola pregunta o curiosidad de las que le lanzaron desde el graderío: "Que levante la mano la gente que es del Athletic", les interrogó para romper el hielo. No se quedó demasiado satisfecho con la respuesta. Por el efecto de la globalización, había niños de cuatro continentes, sólo Oceanía estaba sin representantes: "Todavía somos mayoría del Athletic", se tranquilizó cuando bajaron los brazos.

El andaluz aseguró que sería capaz de pilotar la gabarra por tierra "en vez de por el agua" en caso de levantar la Copa en Valencia. "Conduciría yo la gabarra", afirmó con orgullo. No descarta escribir esta página en la historia rojiblanca: "Todos deseamos llegar a la final para dar un alegrón a la afición. La gente me para por la calle y me lo dice. Tenemos un gran sentido de la responsabilidad para hacer felices a mucha gente".

Curiosamente, no le preguntaron por Llorente. Se centraron en la figura del entrenador, al que el colegio tributó con un vídeo de bienvenida muy elaborado, con imágenes de Caparrós en su época del Sevilla, del Deportivo y del Athletic, con una sintonía de fondo fusionando los tres himnos. Emocionado, no paró de aplaudir y de agradecer la deferencia.

El técnico rojiblanco respaldó de nuevo la peculiar filosofía del Athletic, rehusando la posibilidad de fichar extranjeros: "No, porque en ciento y pico años de historia este club es envidiado por todos. Es una filosofía que hay que mantener". Los chavales del colegio, algunos de ellos jugadores de las categorías inferiores del Danok, Iturrigorri, Indautxu y Zazpi Landa y el hermano pequeño de Efren Vázquez, insistieron en este asunto hasta el punto de que uno de ellos, de raza negra, le preguntó que para cuándo un "jugador de color" en el primer equipo: "Ya tenemos a uno (Jonás Ramalho) que ha estado en la pretemporada y ha jugado amistosos". También remarcó que ser entrenador es muy agobiante para la gente que te rodea: "Nunca paras de serlo", advirtió.

Curiosidades.

Caparrós desveló algunas interioridades, como que los chicles que masca compulsivamente cada partido se los suministra su delegado, Luis de la Fuente, presente también en la charla coloquio. "Son de menta, aunque me gustan también de fresa y de plátano", desveló. Asimismo, aireó que de pequeño era "muy revoltoso" y que en su colegio, Salesianos, le mandaban "copiar como castigo", que hay que comer "lentejas y no bollycaos", que no tiene mascota, que además del fútbol le entusiasma el "tenis" y que Koikili representa "el premio a la constancia" .

Fue también interpelado por cómo valora que Joseba Etxeberria haya decidido jugar gratis la próxima temporada: "Eso no pasa en otro equipo que no sea el Athletic. Demuestra su agradecimiento a este club, a donde llegó muy joven, y su sentimiento". El técnico no oculta que sería muy complicado perpetuarse en el Athletic, al estilo, como un alumno le comentó, del mánager del Manchester United, Alex Ferguson: "Sí me gustaría estar muchos años aquí, pero en este mundo del fútbol es algo muy difícil...".

Sobre la crisis financiera que azota a toda la sociedad, puntualizó que ha barrido al fútbol más modesto, pero que al de la elite ni siquiera le ha rozado, al menos, por el momento: "Os diría que el fútbol no sólo es lo que se ve en Primera o Segunda, sino que muchos técnicos y jugadores de Segunda B están sin cobrar. Algo tendríamos que hacer por estos compañeros". No estaría de más.

Salió entre vítores

Unos 300 niños del colegio se juntaron en el aula y le despidieron con vítores de "¡Caparrós, Caparrós!". Nadie se quería perder su presencia, la de Luci Martín y Luis de la Fuente en una actividad extraescolar que les alucinó. Tras el coloquio, hubo fotos con los profesores, autógrafos y charlas futboleras. Se tomaron imágenes y grabaron el acto para el recuerdo.