Los lunes del asador Donostiarra | Kresic pasa revista

"Ver al Numancia en la Liga del Barça y del Madrid es un milagro"

Al milagro de los panes y los peces de un club modesto pero ejemplar, el Numancia, que sobrevive con dignidad en la Liga de los más grandes. Un entrenador alejado de focos mediáticos pero un ejemplo (otro) de seriedad profesional.

Damián González

Habla Sergio Kresic (Split, Croacia, 29 de noviembre de 1946) sin alzar nunca la voz, con tonos pausados pero con una sabiduría profesional tan alejada de divismos mediáticos y de tanto 'vendehumos' que hay por ahí, que te gana y que lleva la conversación por multitud de interesantes caminos alrededor del fútbol, de su filosofía, de sus protagonistas. Ex jugador de Hajduk, Cleveland Stokers, Beveren, OFK Belgrado, Burgos y Houston Hurricane, aún agranda su lista de trotamundos con los equipos a los que ha dirigido: Hajduk (dos veces), Burgos, Marbella, Betis, Mérida, Valladolid (dos etapas), Las Palmas, Mallorca, Recreativo, Murcia y ahora Numancia. Todo un libro de experiencias cuyas páginas abrió ayer Kresic en el Asador Donostiarra con AS:

"No soy muy tonto y sé cómo se mueve el mundo de los banquillos en el fútbol, hay gente muy buena y preparadísima de verdad que llegan a grandes clubes porque se lo merecen, porque se lo han trabajado, pero también que los efectos mediáticos influyen. Siempre me he visto capacitado para entrenar a cualquier equipo, pero nunca me ví a mí mismo gastando menos tiempo en mi trabajo para emplearlo en venderme en focos o escaparates, por las teles o por la prensa en general. Me han llamado de muchos clubes (Burgos, Mérida, Valladolid, Las Palmas, aquel Marbella del que Jesús Gil me echó cuando estábamos a punto de ascender a Primera...) y, en general, he cumplido los objetivos para los que se me contrató. Sí, se me ha colgado el sambenito de defensivo o salvacrisis, pero yo me siento recompensado cuando vuelvo a esas ciudades y veo el cariño con el que me trata y me recuerda la gente. Si la pregunta es si me siento valorado pese a no haber entrenado a un grande, le digo rotundamente que sí y que nunca he sentido envidia de nada ni de nadie".

Porque a ese extenso currículo hay que añadirle el dato de que Kresic lleva con nosotros la friolera de 34 años, desde que llegó como jugador a aquel mítico Burgos de Juanito, imposible no recordar en toda esta historia al gran Juan Gómez:

"Cada vez que rebobino esa parte de mi vida siempre me digo lo mismo: Juanito era la leche... Subimos a Segunda cuando él tendría unos 21 años y era increíble cómo se ponía a regatear en los partidos y en los entrenamientos, que para él era lo mismo. Recuerdo una tarde de mucho viento en Cádiz en la que no había manera de que saliéramos de nuestra área, entonces alguien le gritó: 'Juan, venga, vamos a hacer algo, coge el balón y a ver si salimos de aquí. Él lo cogió, comenzó a driblar rivales y sólo se cayó cuando le hicieron falta. Se levantaba, me decía que volviera a dársela, yo se la daba, claro, y otra vez igual. No quiero pecar de exagerado, pero se tiró así no menos de tres o cuatro minutos, se iba de uno, dos o tres, y le pegaban. Pero salimos del área y acabamos ganando ese partido en el Carranza. En Primera tuvimos muy buen equipo, yo jugaba de medio centro creativo, le pagaba al balón con las dos piernas y me gustaba lanzar balones largos, a 30 o 40 metros, porque el trío de ataque que tenía por delante era rapidísimo, aunque quizá el más bajito de la historia del fútbol en España... con Juanito, Viteri y un extremo habilísimo, Quini. Recuerdo partidos brillantes, un 0-3 en el Calderón ante un Atlético grande y que ganó la Liga con gente como Reina, Pereira, Ayala, Heredia, Leal, Capón, Panadero Díaz... Cuando Juanito se fue al Madrid y también se marcharon Viteri y Quini, trajeron delanteros menos rápidos y, sinceramente, yo bajé mi rendimiento por no adaptarme a las características de los nuevos. Es evidente que los grandes jugadores como Juanito también hacen mejores a los que están a su alrededor".

Camino Soria.

Esta temporada aceptó el reto del Numancia, otro milagro, mantener al equipo soriano en la élite. Le hablamos de dinero, de presupuestos, pero Kresic da un dato y enseguida responde con fútbol, sólo con fútbol:

"El salario anual de toda la plantilla apenas llega a los cinco millones de euros, es normal que se vea que es un milagro que el Numancia esté compitiendo en la misma Liga de Barça y Madrid... Pero hablamos de un club serio, que hace todo lo que puede y que casi todo lo que hace lo hace bien, fantástico, desde el presidente al último empleado. Y mire, llevo años en esto pero Pacheta es listo, lo ve y creo que puede llegar a ser uno de los mejores directores deportivos del fútbol español. Esto es una labor de equipo, yo llevo años trabajando con Sósimo Sanromán y hasta hace poco también formaba parte del grupo Diego Quintero, que ahora trata de abrirse camino. Su ayuda es fundamental. Y también es justo recordar que la herencia de mi antecesor, Arconada, fue magnífica. El vestuario también sabe lo que debe hacer dentro y fuera del campo, tiene un gran autocontrol de todo y no me refiero sólo a aspectos tácticos o técnicos, que según mi filosofía de trabajo hay que inculcar no en grandes dosis, sino poco a poco, sin agobiarles para 'demostrar' lo mucho que sabes. Sí debemos mejorar en saber competir, en no tener despistes mentales contra los grandes. ¿Salvarnos? Los jugadores se matan en el campo y confiamos en lograrlo, pero hay que ir paso a paso, sin perder los nervios y apoyados por una afición que nos da un punto y medio y hasta dos en casa. Y los últimos que han llegado, Aranda, Raúl Bravo, Kelemen y Lago Junior, van a sumar".

Los dos grandes.

Conviene recordar que el Numancia ha sido el único capaz de ganarle al Barcelona (1-0 en el arranque en Los Pajaritos) y que en apenas dos semanas Kresic ha debido montar dispositivos dispares para jugar en el Camp Nou (cayó 3-1 con premeditación, alevosía y nocturnidad arbitral y Lotina elogió el planteamiento de su colega hace siete días en este foro) y recibir al Madrid (0-2).

"No me gusta escudarme en los arbitrajes, aunque sí me gustaría que la relación árbitros-jugadores fuese más natural, como en Inglaterra. Hombre, fue evidente que del Camp Nou salimos fastidiados porque se anuló un gol legal a Del Pino y Alves estaba en fuera de juego en su primer gol. La preparación táctica fue distinta, claro, el Barça tiene un tipo de juego que repite y repite, jugadores geniales que manejan variantes en el último pase y que tarde o temprano te pillan. Y ha mejorado en defensa. El día del 1-0, la verdad, llegamos una vez y marcamos... es el fútbol. Es como lo de los entrenadores: quizá yo con una plantilla del Madrid jugaría distinto en Barcelona a como lo hizo el Numancia. Pero hay que lograr que el equipo juegue no como a uno le gustaría, sino según lo que tenga. Es el caso de Juande. A ver, vino un jueves y tuvo que irse al Camp Nou en 48 horas. Y lo que está haciendo lo veo racional, a nosotros nos firman y nos renuevan por lo que conseguimos, no por lo que hacemos de ésta u otra manera. El Madrid ha tenido que decidir entre organizarse con orden o apostar por la creatividad. Al final, conseguido el orden, se llegará a una mejor creatividad, no tengo dudas".

De Messi a Robben y el ejemplo Raúl:

"Messi lleva tiempo siendo determinante y Robben en las últimas semanas, no sabemos aún dónde puede estar su techo. Para mí, los monstruos son los que lo acreditan tres, cuatro o cinco años. Robben es muy bueno, tiene velocidad, desmarque, amagos, abre espacios y remata. Otro jugador que me encanta es Llorente, del Athletic, que está para un grande: se gana la posición, se protege ya sin hacer faltas, remata con las dos piernas y mide casi dos metros. Pero si hablamos de rendimiento, el nombre es Raúl. No es el más rápido, no es el más resistente, no es el más habilidoso... pero entiende el juego en su totalidad para él, sus compañeros y el equipo. Raúl es grande por la suma de rendimiento más inteligencia".

La escuela yugoslava.

Hablando de genios, Kresic habla y no para de una de las personas que más le marcó en su vida, Luca Kaliterna:

"Un genio de la escuela de fútbol del Hajduk Split, de verdad, un adelantado. Murió hace unos diez años. Era portero y cuando se dedicó a la enseñanza del fútbol inventó un montón de ejercicios, muchos grandes jugadores de la Yugoslavia de antes de la división se formaron con él. Todo lo hacía con balón, incluso cuando entrenaba en un patio de 40x40 y con un árbol en medio, al que hacía dar vueltas y vueltas a los chavales siempre con la pelota para perfeccionar una y otra vez su técnica. Una vez se fue a entrenar al Rijeka, que estaba el último, y en su primer día el preparador físico cogió primero a los jugadores, les hartó a correr y volvió feliz: 'Luca, les he dado una paliza, ya puedes trabajar con ellos'. Y él respondió: 'Ahora no me valen, corre tú y diles que se vayan a descansar y a dormir y que vuelvan mañana'. Balón y balón, la filosofía de los ronditos de Cruyff que algunos criticaron al principio y que tanto bueno dejó para el fútbol".

Lo más visto

Más noticias