El Liverpool derrotó al mezquino PSV antes de saltar a Anfield

Hay un sketch de Woody Allen desternillante que retrata como un tipo prepara en su casa una velada para impresionar a una chica. Música clásica, luz tenue, vino francés y cordero. Ella, vegetarina, huye escandalizada. Ayer le pasó algo parecido al PSV. Stevens, su técnico, que tenía a su estrella lesionada, se cargó al delantero del once y alineó una defensa de cinco. A los cuatro minutos ya perdía... Sacó la bandera blanca antes de saltar al césped y abandonó a la deriva a Amrabat, que tocó su primer balón cuando Kuyt ya había marcado.

De ahí en adelante el partido fue como un cocido sin garbanzos. Condenado por la mezquindad de su técnico, el PSV se limitó a desangrarse ante un Liverpool que evitó la gula. Keane, a pase de Torres, anotó de nuevo sutilmente, y en una segunda mitad narcótica, un latigazo de Gerrard y el tanto del honor de Bakkal sellaron el trámite. Benítez alineó a los cinco españoles, el mismo número de defensas con el que Stevens quiso ponerle puertas al campo. Al de Anfield, nada menos.

Benítez: "Su plan se les cayó enseguida"

"Lo importante es que se han sumado los tres puntos del partido y encima se ha hecho con cierta tranquilidad gracias al gol madrugador de Kuyt. Tenemos seis puntos, que es de lo que se trataba, y estamos afianzando la posición en el grupo. Hemos podido introducir cambios y Gerrard ha vuelto a marcar, lo que siempre es bueno. Torres no lo ha hecho, pero ha estado activo y participó en los goles. El planteamiento defensivo del PSV se les ha caído enseguida al anotar el gol pronto y eso nos ha facilitado el encuentro".