Champions League | Zenit - Real Madrid

Putin y el Kremlin están detrás del auge del Zenit

Gazprom, controlada por el estado, es dueña del club

El viejo oso ruso empieza a desperezarse también en lo futbolístico. El auge económico de Rusia tiene su reflejo en el Zenit. En apenas dos años, el rival del Real Madrid mañana ha desbancado al triunvirato de Moscú (CSKA, Dinamo y Spartak) del cetro del fútbol ruso y se ha hecho un nombre en el continente tras ganar la Copa de la UEFA y tumbar al Manchester United en la Supercopa de Europa. Todo gracias al impulso de dos aliados más que poderosos: Vladimir Putin y la cúpula del Kremlin.

Y es que el ex presidente ruso y su sucesor en el cargo desde mayo, Dimitry Medvedev, naturales de San Petersburgo, no sólo simpatizan públicamente con el Zenit (telefonearon el sábado a su técnico, Dick Advocaat, para felicitarle por su 61 cumpleaños) sino que se sospecha que propiciaron la compra del club por parte de Gazprom en 2005. El gigante ruso del gas es la tercera multinacional del planeta con un valor de 200 billones de euros, tiene 450.000 empleados y sólo Arabia Saudí e Irán poseen más reservas de petróleo.

Sospechas.

Una potente inyección de rublos que tiene con la mosca tras la oreja al resto del fútbol ruso. En verano de 2007 los aficionados del Dinamo pidieron una investigación sobre los fondos del Zenit y los posibles tratos de favor del Kremlin con dinero público. ¿Paranoia? Parece que no: Putin sentó las bases para que el propio estado ruso controle Gazprom (posee el 50,002 por ciento de sus acciones), hay dos ministros en su actual consejo de dirección y el mismo Medvedev dirigió la compañía dos veces entre 2000 y 2003...

Han gastado ya 365 millones

Desde 2006, Gazprom se ha gastado cerca de 365 millones en hacer del Zenit una referencia. Primero planificó un nuevo estadio, el Gazprom Arena, de 65.000 espectadores, que costará 300 millones y sustituirá a finales de año al decrépito Petrovsky Stadium. Después reclutó al respetado técnico holandés Dick Advocaat y le dio un cheque en blanco: llegaron Danny (30 millones de euros al Dinamo), Tymoschuk (del Shakhtar por 16 millones), Tekke (10 millones al Trabzonspor) y Alejandro Domínguez (8 millones al Rubi Kazan).

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