La Selección se impuso en las dos semifinales que disputó

La tercera final de España en una Eurocopa puede pasar hoy de ser un sueño a una realidad. Utilizando la metáfora ciclista, la Roja se enfrenta ante Rusia a su penúltimo gran puerto de montaña antes de encarar el último y definitivo que conduce al título de campeona de Europa. Pero repasar lo que le sucedió a España en las dos únicas ocasiones en que alcanzó las semifinales de una Eurocopa da, por lo menos, moral, ya que acabó ganando ambas. Un aviso: en las dos semifinales España tuvo que apelar a la épica y a sus entonces santos particulares, Amancio en la de 1964 ante Hungría y Maceda en la de 1984 ante Dinamarca.

En la primera semifinal, en la Eurocopa de 1964 ante Hungría, la que condujo a la Selección al título, España se vio obligada a ir a la prórroga después de que Bene empatara en el 87'. En los primeros minutos del tiempo extra la actuación de Iríbar fue providencial y a falta de siete minutos para el final Amancio remató un córner lanzado por Lapetra. En la de 1984 sucedió al revés. Con Dinamarca ganando por 1-0 el gol de Maceda forzó la prórroga. Pero la semifinal ante Dinamarca tuvo una dosis más de sufrimiento ya que se llegó a los penaltis. Arconada detuvo uno a Laudrup, pero el árbitro lo hizo repetir por entender que el meta vasco se había movido. En el segundo lanzamiento el danés acertó, pero con el 4-4 Elkjaer Larsen tiró fuera. Sarabia puso el 4-5 definitivo.