Tenerife tiene la llave de la remontada de la Real

Quedan cuatro jornadas para terminar la Liga y llega la hora de la verdad. Tenerife puede ser simplemente un campo más para la Real o el lugar de la culminación de una remontada intensa, agónica y puesta en entredicho por sus rivales directos. Que si primas a terceros, maletines varios y mucha mafia realista. Puestos a pensar mal, hagámoslo todos. Pero al Tenerife también le va mucho en el envite. Tanto como vivir tranquilo y sin prisas de última hora el último suspiro de la temporada.

Tenerife se convierte esta tarde en lugar de reconquistas o salvaciones. Los donostiarras pueden dar un serio golpe sobre la mesa si consiguen su octava jornada seguida sin perder con Lillo. Pueden dormir terceros o segundos y reconquistar el terreno perdido en el momento más oportuno. Otros, los tinerfeños, buscan dar otro pasito hacia una permanencia definitiva que se hace de rogar más de lo que gustaría. Casualmente, el Tenerife no consigue una victoria desde la llegada de Lillo a la Real. Los de Oltra van avanzando puntito a puntito y no acaban de amarrar la tranquilidad necesaria.

Y en medio de los objetivos de cada equipo aparece un jugador: José Luis Martí. El mariscal del centro del campo de la Real, el encargado de guiar a los donostiarras a Primera, visita por primera vez Tenerife desde que salió de la Isla para triunfar en el mejor Sevilla de la historia. El mallorquín pondrá el punto emotivo a un encuentro al que no le falta ningún aliciente.