Será psicólogo, le encanta China e imita a Laudrup

Esteban Granero Molina (Madrid, 2-07-1987) no es un futbolista usual. Su pasión por aprender y enseñar le llevan a ser uno de los contados jugadores eruditos con los que cuenta el fútbol profesional. A pesar de que sus compromisos con el Getafe y la Sub-21 no le dejan mucho tiempo para el disfrute de otras actividades, cursa segundo de Psicología. Además, por las tardes entrena a los cadetes del colegio Padres Escolapios de Pozuelo (al que él fue) junto a su amigo Miguel Ángel y en colaboración con Abraham García (técnico del Atlético B). Su estilo en el banquillo es fiel a su perfil como jugador: "Soy como Laudrup. Me gusta su manera de entender el fútbol: hace jugar en ataque y pide agresividad en defensa".

Sus inicios. Granero, cuyos padres son de Baza (una localidad de Granada de 25.000 habitantes), llegó al Madrid a través de las pruebas que organiza el club. En una de ellas, el mítico ojeador del club y mano derecha de Del Bosque, Antonio Mezquita, se frotó los ojos al ver las cualidades de aquel niño. Por ello, se acercó a su madre y le dijo: "Por favor, tráigamelo el lunes. Le haré federado en una categoría más que la suya". Tenía ocho años y allí empezó su aventura.

Granero destacó en el benjamín, con el que logró 83 goles, y en diciembre de 1999 ganó con el Infantil B el Torneo Internacional de Fútbol 7 celebrado en el Palau Sant Jordi ante el Barça. Ese día marcó el único tanto del clásico.

En Valdebebas le pusieron el apodo de 'Pirata' (así celebra los goles) hace cuatro años desde que Dani Asenjo (Realmadrid TV) le llamó así en una retransmisión en León por su aire desaliñado y por su facilidad para robar balones. Granero admira a Maradona, Zidane y Raúl y ama la cultura de China desde que su hermano, Pedro, se casó en 2003 con una bella mujer de Shangai. Mañana no podremos ver sus cualidades sobre el césped del Bernabéu pero, al menos, el Palco que AS tiene en el estadio blanco disfrutará con su presencia junto a la de De la Red.