Paul Breitner

"Cannavaro es lo único que no me gusta del Madrid"

El 'Abisinio' (5-9-51) jugó en el Madrid de 1974 a 1977 y consiguió dos Ligas. Ahora es directivo del Bayern Múnich.

Se le vio por el Bernabéu en el último partido del Madrid y me cuentan que tampoco se pierde ningún encuentro de su ex equipo por la tele...

Así es. Aluciné con el Madrid ante el Villarreal. ¡Qué cambio ha dado! Lo de Almería sólo es un bache que vendrá bien. Ahora el equipo presiona mejor y más arriba y está organizado. En resumen: sale obsesionado por ganar y no sólo a no perder. Ya no espera el fallo del adversario. Busca machacarlo.

¿Es para tanto?

Sí. Y no soy supersticioso, así que diré lo que muchos piensan y les da miedo expresar: enhorabuena al Madrid por haber ganado esta Liga.

¡Pero si queda un mundo!

Olvídese. Si no logra esta Liga no ganará ninguna más.

¿Qué es lo que más le agrada de este equipo?

Robinho. Schuster le ha cambiado de arriba a abajo. Ya tenía talento pero ha transformado su mentalidad. Ahora se siente figura. Antes salía con timidez y miedo a fallar. Físicamente es otro. Lo tiene todo para ser el número uno.

¿Le gusta alguien más?

Me divierto con Guti. Es el epicentro de este equipo. Juega como los ángeles. Pero el que más me ha sorprendido es Gago. Es difícil jugar mejor que lo está haciendo. El Madrid puede ganarlo todo con ellos.

Pero también habrá algo que le guste menos

Sí, poco, pero lo hay. No me gusta Cannavaro. No hace nada por jugar, no interviene en el juego y le tapan los fallos.

Pero me está hablando de todo un Balón de Oro.

Por eso mismo. Hace muy poco para ser un campeón del mundo. El Madrid debe reforzar esta posición. Schuster lo sabe y ya estará mirando cosas

¿Ha cambiado Schuster su mentalidad como técnico?

Nada. Me encanta su filosofía. El espíritu que ha contagiado es fabuloso. Parecía un sueño cambiar la manera de jugar. Pero ya es una realidad.

¿Le pedimos a Calderón que le haga un contrato vitalicio como a Raúl y Casillas?

Eso no sirve para un técnico. Debe firmar año por año. El fútbol cambia mucho y muy deprisa. Para Raúl e Iker está bien porque ellos son el Madrid.

Usted sólo estuvo tres años en el club blanco. ¿Por qué todavía es tan madridista?

Porque fue un honor jugar allí. Fueron mis tres mejores años. Sólo hubo un problema.

¿Cuál?

Era muy joven y tenía muchas inquietudes. Quería estudiar y crecer personalmente. En mi segundo año me ofrecieron renovar por cuatro más pero convencí a Don Santiago para que me dejara salir. Tengo dos grandes recuerdos de mi etapa como jugador. Uno es especial: la final que gané en el Mundial del 74 (marcó de penalti). El otro es la gran remontada frente al Derby County en el Bernabéu (5-1).

¿Añora ese ambiente?

Y tanto. Ya estoy planificando la próxima visita al estadio para ver a este gran Madrid.

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