Segunda | Real Sociedad 0 - Cádiz 0

Aburrimiento en Anoeta

Cádiz y Real demostraron por qué no están arriba

Totalmente confirmado. Ya sabemos por qué, hoy por hoy, a Real y Cádiz no se les puede incluir en la lista de candidatos al ascenso a Primera. Sí, por historia siempre estarán ahí. Pero por lo demás, que es lo que realmente vale, ni por asomo. Espectáculo triste, lamentable, insípido (y añadan los calificativos que deseen que no se quedarán cortos) el que ofrecieron ayer en Anoeta donostiarras y gaditanos. A cada cual peor. Empataron a cero a todo: a goles, que al final es lo único que queda, a ocasiones claras, a juego y a aburrimiento. Bueno, de esto ofrecieron en cantidades ingentes, casi tanta como el agua que cayó durante el encuentro en San Sebastián. Pero aburrieron, mucho muchísimo, a partes iguales.

Real y Cádiz, Cádiz y Real, dos históricos de nuestro fútbol que deambulan por los inframundos del fútbol nacional, deben cambiar mucho si quieren retornar a la elite. Aunque la ilusión es lo último que se pierde. Y si no que lo pregunten a los más de 200 seguidores cadistas que cruzaron la península para presenciar un encuentro bochornoso. Fueron los únicos de amarillo que se salvaron. Como los 16.000 aficionados txuri-urdin, que desafiaron al frío y la lluvia para animar a una Real que no calienta ni conforta a nadie.

¿Conocen lo que es el antifútbol? Pidan la cinta de la primera parte de este infumable Real-Cádiz y lo sabrán. Si no se suicidan antes, dicho sea de paso. Debería estar en las escuelas de fútbol. ¡Esto es lo que nunca hay que hacer! Menos mal que estaba en el campo Lucas Lobos. En medio de la mediocridad, por lo menos sobaba el balón, intentaba poner algo de criterio y buscaba la portería de Riesgo con algún quiebro, algún pase con intención. Lo típico, vamos, pero que ayer era lo excepcional. Aunque, claro, estaba demasiado sólo. Y así es imposible. La pregunta es: ¿Qué hace en Segunda este pedazo futbolista? El digno heredero del mítico Mágico González. Los demás, mejor que ni hubiesen salido.

El descanso les sentó bien. Al menos, tanto locales como visitantes pisaron área de vez en cuando. Lo mejor que le pudo pasar al partido fue que se convirtió en un peligroso correcalles. La Real tuvo más el balón, pero ni fu ni fa. Balón a Xabi Prieto, centro y nada. Apenas un par de rematitos que rozaron el palo o que Contreras estuvo listo. Y el Cádiz tuvo el dominio territorial. Bien plantadito atrás, aprovechaba las indecisiones realistas para salir en velocidad a la contra con Lobos, claro. Pero el día no estaba para locuras. Y así hasta el pitido final, que sonó a gloria bendita. ¡Uf! La Real suma siete jornadas seguidas sin perder ni ganar. Y el Cádiz no rompe su gafe de Anoeta. Es lo que hay. Agárrense, así es la Segunda.

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