Primera | Real Madrid

El Madrid 07-08 iguala el arranque de Antic

El comienzo de Schuster al frente del Madrid no puede ser mejor. Su equipo no sólo es líder y presume de ser el que más goles marca (16) y el que menos recibe (tres), sino que las seis victorias y el empate que encadena suponen el quinto mejor arranque en la historia madridista.

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Schuster heredó el banquillo del Madrid el pasado verano con la exigencia de recuperar los valores que siempre identificaron al equipo: atacar, ilusionar y hacer historia. Y el alemán no ha tardado en cumplir las expectativas. Su equipo no sólo es líder en solitario de la Liga, en la que es máximo goleador (16 tantos) y menos goleado (tres), sino que este espectacular comienzo le ha permitido igualar el mejor arranque liguero de Radomir Antic en la temporada 91-92. En aquella campaña en la que la Quinta del Buitre ya ofrecía sus últimos recitales, el Madrid encadenó seis victorias y un empate. Como ahora.

Para muchos, ésta es sólo una cifra anecdótica de partidos sin conocer la derrota, pero el mérito es aún mayor: la plantilla de Schuster puede presumir de ser la quinta que mejor inicio de Liga ha tenido en los 105 años de historia del Madrid. Sólo los equipos dirigidos por Miguel Muñoz en la 61-62 y en la 68-69 y el de Beenhakker en la 87-88 comenzaron más fuertes: ganaron los siete primeros partidos. Al final, los dos técnicos lograron alzarse con el título.

La de Antic fue una de las historias más rocambolescas de nuestro fútbol y su salida del Madrid se debió a la falta de atractivo en el juego desplegado por su equipo. Precisamente, la razón por la que Calderón prescindió de Capello en detrimento de Schuster. Moraleja: los tiempos no cambian las exigencias.

Se fue como líder.

El serbio llegó en la temporada 1990-91 sustituyendo a Toshack, que tenía al equipo en la mitad de la tabla. Debutó en la vigesimoctava jornada con derrota ante el Burgos (0-1). Sin embargo, después encadenó la friolera de once victorias y un empate para acabar tercero, en puestos de UEFA. En su equipo Milla hacía de Diarra, Hierro de Sneijder (el malagueño logró 21 goles como centrocampista) y Butragueño de Raúl.

Antic también dirigió el siguiente proyecto y, tras un inicio heroico (no perdió hasta la jornada 16 en el Calderón), Mendoza lo despidió tres partidos después a pesar de vencer al Tenerife y ser líder. Beenhakker, que llegó meses antes como director deportivo, le sustituyó y protagonizó la primera de las Ligas perdidas en Tenerife. Schuster espera que su arranque tenga otro final.

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