Segunda | Ponferradina 1 - Murcia 1
Un Murcia de Primera
Iván Alonso selló el ascenso con su tanto en el 69'
El Murcia de Alcaraz de Primera... a la primera. Sin necesidad de apurar las seis balas que tenían en la recámara los grana, a su estilo (ese que a muchos desespera, pero que se ha demostrado infalible) lograron el punto necesario para volver a la Liga de los Ases por la vía rápida. Como no podía ser de otra manera, los grana lograron su propósito sin enamorar, a base de trabajo, de orden y de un Iván Alonso (AS lo vaticinó en la previa) con el que ayer el fútbol fue justo. El futbolista más determinante de todo el curso, el elegido por Acciari para relevarle como autor del gol del ascenso.
Corría el minuto 69, y el charrúa aprovechaba un servicio de Antoñito para poner patas arriba el Toralín, para tirar a Murcia a la calle y para firmar el ascenso más rápido en la centenaria historia del club. El gol se cantó con rabia en suelo leonés y retumbó con estruendo en la capital del Segura, en la huerta, en el Valle del Ricote....
De ahí al final, como ha sido norma habitual a lo largo de todo el curso, el Murcia dispuso de varias oportunidades para remachar un partido que para más inri, se puso aún más de cara tras la expulsión del local Vega antes del descanso. Pero no lo hizo.
Un sustito.
Luego, a punto del pitido final, cuando los jugadores que estaban sobre el campo y los del banquillo ya miraban a la grada en busca de familiares y amigos con los que cruzar una mirada cómplice, cuando se empezaba a sacar de la nevera el champán, cuando se iba a subir y además ganando, llegó el tanto de Baha para la Ponferradina. Pero ya daba igual.
El objetivo estaba hecho y los mil valientes que lo vivieron tras cruzarse España en autobús, tomaron el protagonismo. El final del partido fue el final de tres malos años para el Murcia. Con el pitido de Alexis Pérez se desató la locura. Entonces, era algo previsible, nadie se acordaba de las pocas oportunidades generadas en el primer período, apenas dos tiros de Abel. Tampoco nadie se rasgaba las vestiduras por haber estado en alguna fase del segundo tiempo a merced de un rival inferior y en inferioridad (a la Ponferradina el gol del empate sí que le puede valer). Tampoco hubo nadie que recordara a modo de letanía ese sambenito de equipo tosco que muchos le han querido atribuir a un Murcia que ha demostrado ser, como diría Pepu, un E-QUI-PO. Un bloque profesional, comprometido y fiable a más no poder. Un vestuario unido al que su gurú Lucas Alcaraz colocó en tierra de Pons Ferrum, en la tierra del Puente de Hierro camino de las estrellas. En pleno Camino de Santiago, el Real Murcia hizo el suyo a Primera, donde acompañará a Valladolid y Almería. Desde AS sólo queda decir una cosa: enhorabuena campeones.