El Mallorca toma oxígeno con Víctor como estrella

Al Mallorca de Héctor Cúper le esperaba un complicado viaje a Vitoria en el que se enfrentaba a un Alavés acuciado por problemas parecidos: la cercanía peligrosa de los puestos de descenso y la necesidad imperiosa de un triunfo. Si a esto le añadimos que el Alavés se presentaba ante su afición con el compromiso de sumar su primer triunfo de esta Liga en Mendizorroza, la misión se volvía algo más que complicada.

El técnico argentino decidió ignorar la presión ambiental y apeló al sentido común sacando lo mejor de su equipo. Instruyó bien a su defensa, que ayer estuvo más segura que de costumbre -todo lo contrario que la del Alavés-y alineó a sus dos goleadores: Arango, un seguro de vida en las jugadas a balón parado, y Víctor, que anotó los dos primeros goles. El Mallorca de Cúper recibió su premio: una victoria que le aleja de la zona de descenso, a la vez que le da oxígeno.

A balón parado.

Tan atento estaba el Alavés de las posibilidades de Arango a balón parado que, en la primera falta peligrosa que provocó y se dispuso a ejecutar en el minuto 27 de la primera parte, la barrera tardó en colocarse un minuto largo. Su potente disparo acabó con un paradón de Costanzo. Era el primer aviso del Mallorca. Siete minutos después, Arango dio el segundo susto. Pero tuvo que ser en el descuento de la primera parte cuando Víctor, magistral en todo el partido, abría el marcador. Pero el canterano se había quedado con las ganas. Siete minutos después del inicio de la segunda parte, Víctor sumaba el segundo del Mallorca, su cuarto en esta Liga.

El tercer gol, de Iuliano, fue la chispa que incendió Mendizorroza. Piterman, en el banquillo junto a Chuchi Cos, fue increpado por los aficionados quienes le llamaron de todo menos bonito. Piterman volvió a eclipsar a su equipo, ya eclipsado por sus resultados, mientras Cúper se marchaba de Vitoria con los tres puntos.