Internacional | Manchester United

Glazer frena la renovación de Ferdinand por ser cara

Ferguson le ofreció 150.000 euros por semana.

reuters

Se sabía que alguno de los grandes nombres que integran la plantilla del Manchester United tendrían que abandonar el club. Malcolm Glazer va a limitar el gasto en salarios y se ve obligado a vender para poder pagar las enormes deudas en las que ha incurrido para adquirir su nuevo juguete. Según la Prensa inglesa, el primer damnificado podría ser Rio Ferdinand.

El central inglés, cuyo contrato finaliza dentro de dos temporadas, no acaba de firmar la renovación propuesta por Alex Ferguson (cinco años, a 150.000 euros semanales) y Glazer, que está mirando con lupa los libros de cuentas del club, está horrorizado con la posibilidad de que Rio, por el que podrían sacarse 40 millones de euros, se pueda ir del Manchester gratis dentro de dos años.

El central está tensando la cuerda con su renovación y hasta Ferguson se ha mostrado contrario a ese comportamiento. En privado el preparador escocés admite que está perdiendo la paciencia con el jugador no sólo por el retraso en unas negociaciones que, según el propio Ferdinand, iban "a cerrarse en cuestión de días", sino también por la dejadez que muestra fuera de los terrenos de juego.

En los últimos meses, Ferdinand ha sido fotografiado en varias clubes nocturnos acompañados de algún que otro indeseable (Judi Morris, el ex jugador del Leeds acusado de violación hace dos años). Ferguson ha llegado a decir que prefiere que si ha de escoger entre una de sus estrellas prefiere que se vaya Ferdinand en lugar de Cristiano Ronaldo.

La llegada de Glazer, que renovó sin problemas a Giggs, no ha resultado tan cómoda para algunos, y Ferdinand puede lamentar ahora no haber firmado antes su renovación.

Investigado por un escándalo

La Policía británica investiga a Ferdinand por su presunta implicación en un incidente ocurrido en un hotel de Wartford. El defensa del United se encontraba en la madrugada del lunes con un grupo de futbolistas que comenzaron a montar un escándalo en el hotel Grove, aporreando las puertas de las habitaciones de otros residentes. Uno de los huéspedes dio parte a la Policía, ya que este grupo le apuntó a la cara con un extintor. Al parecer, tanto Ferdinand como el defensa Duberry, en las filas del Stoke, habían acudido previamente a una despedida de soltero que había organizado Morris, del Miwall.

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