Primera | Real Madrid

Glazer se ha hipotecado y el United necesita vender

El Real Madrid ya tiene abiertas las puertas para el fichaje de Cristiano Ronaldo. Tras la auditoria que ha mandado realizar Glazer la conclusión es clara: la deuda del Manchester es 110 millones de libras superior a lo esperado. Tienen que vender...

El futuro financiero del Manchester United se complica cada día más y con él implícitamente las decisiones sobre los contratos de algunos de sus futbolistas, incluido el del portugués Cristiano Ronaldo. El nuevo dueño del Manchester, Malcolm Glazer, envió su plan financiero al resto de accionistas del club (Glazer controla ya el 76,6%) y sorprendió a todos al reconocer que las deudas del club inglés superan en 110 millones de libras a aquellas que se habían publicado con anterioridad.

Tras una temporada sin títulos, la afición espera reconstruir el equipo (Alex Ferguson reconoce que su equipo necesita un portero, un par de centrocampistas y un delantero) pero Glazer no ha decidido todavía la cantidad económica que destinará a fichajes aunque, eso sí, nunca más de 20 millones de libras, cifra que a priori se va a quedar corta. Lo que sí tiene claro el americano es que renegociará la deuda para que el club se haga cargo de ella, lo que reportará un pago diario de 225.000 libras y una hipoteca clara del futuro del club.

Los problemas serían menos si el Manchester consigue vender a una de sus figuras. Ronaldo cobra solamente 14.000 libras a la semana y la directiva, sin consultar a Glazer, quería aumentar su sueldo al menos cuatro veces. Sin embargo, el estadounidense está empezando a plantearse la posibilidad de vender al portugués (o a Ruud van Nislterooy, Rio Ferdinand, Ryan Giggs, pese a haber renovado su contrato, o en realidad a cualquiera con excepción de Wayne Rooney) para suavizar el golpe financiero que podría paralizar al club.

La situación actual del Manchester es tan delicada y el dinero tan escaso que Fergie le ha prometido al errático guardameta Roy Carrol una extensión de tres años de su contrato, que finalizaba precisamente esta temporada. El preparador escocés sabe que, pese a las necesidades del equipo, va a tener que reducir sus exigencias y conformarse con mucho de lo que tiene y perder a algunos de los futbolistas que consideraba intocables. El Madrid ya tiene las puertas abiertas.

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