El Manchester no le pagará lo que pide

Si a Alex Ferguson le preguntan por dónde empieza el Manchester del futuro, el preparador escocés responderá: por Rooney y por Cristiano Ronaldo. Alex tiene una fe completa en el jugador luso y pretende que sea igual de importante en el terreno de juego, como en los despachos de marketing.

Pero otros estamentos en el club tienen en cuenta consideraciones diferentes. Para empezar la opinión de Ferguson cuenta cada vez menos: el club se está preparando para su sucesión. Además hay quien opina que Ronaldo no se ha adaptado lo suficiente a la liga inglesa y, lo que es peor, que nunca lo hará: sus bicicletas solamente calientan al contrario pero no son efectivas en un fútbol que necesita mover el balón con rapidez; es excesivamente individualista y jugadores como Gary Neville le insisten en público que haga las cosas más sencillas. Y para colmo de males no parece aprender al ritmo deseado por algunos. Se tira demasiado y rehuye la lucha física porque en el fondo es un futbolista que encaja mejor en una competición como la española.

Finalmente, y pese a que le quedan tres años de contrato, ya le ha pedido a su agente que lo renegocie a la alta porque quiere cobrar incluso más que Rooney. Y hay algo por lo que la directiva del Manchester no pasará nunca: caer en la trampa que propone Ronaldo es romper una rígida estructura de sueldos que, cuando se acaben las vacas gordas, puede detener para siempre el continuo crecimiento del Manchester United.