La plantilla del United se rebela contra Queiroz

Sir Alex Ferguson había planeado su sucesión al detalle. Primero, decidió firmar un nuevo contrato de tres años porque las cosas no estaban muy claras y para imponer a su delfín. Segundo, tras decidir que iba a promover a Carlos Queiroz, se alejó más que nunca del campo de entrenamiento y dejó que el ex entrenador del Real Madrid se hiciera cargo de las sesiones de preparación y de las charlas técnicas, además de la elección de los sistemas de juego y formaciones defensivas, e incluso de la elección de algunos jugadores.

En las últimas semanas, el poder de Queiroz se ha ido incrementando: ante el Blackburn y el Norwich decidió no sólo las tácticas sino también el equipo titular. Pero el empate a cero ante el primero y la derrota por 2-0 ante el segundo, uno de los peores equipos de la Premiership, ha levantado en armas a los futbolistas del Manchester, que quieren el regreso de Ferguson al centro de la escena. El entrenador del segundo equipo, Brian McClair, además de algunos futbolistas influyentes, se ha mostrado contrario al sistema preferido de Queiroz, su 4-5-1, ya que prefiere el clásico 4-4-2.

Las estadísticas están a favor del bando rebelde: el Manchester ha marcado un gol en sus últimos cuatro partidos de Liga, en la que ha jugado un papel secundario, además de caer eliminados de la Liga de Campeones. Tan sólo el capitán Roy Keane ha defendido delante de sus compañeros a Queiroz, a quien hasta hace poco se consideraba el genio que puso orden defensivo al Manchester.

Oferta y Copa.

La falta de confianza del Manchester coincide con una nueva oferta de compra del multimillonario estadounidense Malcolm Glazer de unos 1.160 millones de euros. Además, el equipo de Ferguson disputará mañana ante el Newcastle una de las semifinales de FA Cup en la última posibilidad real de conseguir un título esta temporada. La otra semifinal enfrenta hoy al Arsenal (al que le faltará Thierry Henry, lesionado) y al Blackburn.