Alejandro Valverde, al volante del Movistar en la Clásica Jaén

Alejandro Valverde tomó las riendas del Movistar Team en numerosas ocasiones a lo largo de sus 21 temporadas como corredor de la estructura de ABARCA Sports. Pero ahora, alejado de la competición en la que tanto ha brillado, el murciano vuelve a asumir un nuevo rol de liderazgo dentro del conjunto telefónico. Eso sí, en esta ocasión, lo hace al volante...

Y es que el Bala, tras estar presente como parte del staff del Movistar en las recientes carreras de Murcia y Almería, se subió hoy por primera vez al coche del equipo para aportar su granito de arena en la Clásica Jaén. “Estoy aprendiendo con Chente, que el tiene mucha experiencia aquí. El coche es diferente, pero estoy disfrutándolo a tope. Echo de menos las carreras, porque he estado toda la vida compitiendo. Como sigo entrenando y estando bien de forma, aún se echa un poco más. También da gusto verlo todo en el coche, estar cerca de ellos. Va a ser el primer día que voy a ir en el coche y ahora mismo intento aportar todo lo que pueda, ayudando a directores y corredores. Poco a poco me iré sintiendo más cómodo viendo cuál va a ser mi rol. Los nervios se viven de forma diferente, pero es un gusanillo en el estómago bonito”, explicó Alejandro a AS y el resto de medios presentes en los prolegómenos de la salida de la cita jienense.

Y eso que el murciano, a sus 42 años y ya retirado, todavía luce un físico propio de un profesional de élite, tal como él mismo admite: “No voy a decir que estoy mal. Es la verdad (risas). En Sierra Nevada hemos hecho entrenamientos duros y estuve a la par de los compañeros. No los soltaba, porque son muy buenos y Enric (Mas) ya sabemos como anda. Algo de peso he cogido, pero sigo estando a muy buen nivel”.

En clave de equipo, el Bala calificó de “tranquilizador” el inicio de temporada del Movistar (cuatro victorias, con Jorgenson liderando el Tour de Omán a falta de dos etapas), además de definir claramente su hoja de ruta en los próximos meses: “Me gustaría hacer la Strade, también en el coche, y París-Roubaix, que no la he hecho nunca, ni en bici ni en coche”. Lo que, en principio, ve como una posibilidad muy lejana, es asumir el rol de director: “De momento, no. Quiero disfrutar de la bici de otra manera. La tensión de los viajes y la competición es igual o más que cuando eres corredor”. Esté donde esté, dejará huella.