Una París-Roubaix ambiciosa y con cambios en 2023

El menú de la edición número 120 de la París-Roubaix ofrecerá otra abundante ración de dramatismo, comenzando con el tradicional primer contacto con los adoquines en Troisvilles, poco menos de 100 kilómetros después de la salida en Compiègne. Un poco más adelante, los cambios de recorrido realizados este año aparecerán en la antesala de la Trouée d’Arenberg, con el regreso del sector Haspres (km 139,6), inédito desde la primavera de 2004. En 2001, este tramo de 1.700 metros, que Thierry Gouvenou admite abiertamente que está “no muy bien pavimentado”, iba de la mano con el debut del sector Haveluy, que llega una docena de kilómetros más tarde. Desde allí, es un largo y duro camino hasta el Destacan los clásicos sectores “cinco estrellas” que separarán el trigo de la paja, a saber, el Trouée d’Arenberg (km 161,3), Mons-en-Pévèle (km 208) y el Carrefour de l’Arbre (239,5 km).

Prueba femenina

La alteración realizada en la tercera edición de Paris-Roubaix Femmes avec Zwift llega antes de los primeros adoquines, pero es probable que se haga sentir en un punto posterior de la carrera. Dos bucles distintos en carreteras azotadas por el viento cerca del comienzo del recorrido agregarán unos 20 kilómetros adicionales a la distancia total. Los múltiples cambios de dirección en la fase preliminar podrían desencadenar una batalla entre las favoritas, que se incorporarán al trazado de la prueba masculina al llegar al sector empedrado de Hornaing.

La competición continuará con otros 82,4 kilómetros (incluidos 29,2 km de adoquines) antes de la meta en el velódromo de Roubaix. Otros dos momentos decisivos llegarán en Mons-en-Pévèle (km 96,9) y el Carrefour de l’Arbre (km 128,3), donde la futura ganadora estuvo en solitario al frente en las dos últimas ediciones: Lizzie Deignan en 2021 y Elisa Longo Borghini en 2022. ¿Alguien podrá romper la tendencia?