Otro drama para Vollering: pierde el Tour con Niewiadoma por 4 segundos

Demi Vollering cruzaba triunfante la meta de Alpe d’Huez y caía rendida sobre el asfalto. Completamente extenuada, tras atacar en el Glandon a 54 km de la llegada. No había tiempo para celebrar. Sólo quedaba esperar a la llegada de la maillot amarillo, Katarzyna Niewiadoma. Cronómetros en mano. Y ocurrió. Uno de los finales más emocionantes de una gran vuelta que se recuerdan. La polaca llegó a a la cima del coloso dejándose el alma en cada pedalada y… ¡se proclamó campeona del Tour de Francia Femenino por 4 segundos! Vollering lloraba, completamente desconsolada. Ya sabía lo que era perder así una grande, cuando en 2023 claudicó en La Vuelta ante Annemiek van Vleuten por solo 8 segundos, a pesar de ganar también la última etapa en Lagos de Covadonga. Aun así, nadie se acostumbra a tan crueles finales. El trono de la neerlandesa, en su última gran vuelta con los colores del SD Worx, pasa a manos de la polaca, que también lloraba de inmensa alegría. De incredulidad.

El Col de Tamié se alzó como la primera dificultad del día. Fue allí donde se consolidó la enorme fuga, con la presencia de 22 corredoras. Entre varios equipos de las favoritas se vieron obligados a trabajar y repartieron responsabilidades, ya que en la escapada se filtró Justine Ghekiere, ganadora de etapa el pasado sábado. La belga, a sólo 1:27 de la líder Niewiadoma, podía suponer una amenaza en caso de exceso de relajación. No la hubo, y durante el llano de aproximación a los 19 km del temible Glandon (”nunca hice un puerto tan largo en carrera“, confesó Mavi García a AS), la cosa se puso seria.

Las escapadas encararon el puerto con poco más de 1 minuto de ventaja. El pelotón iba encendido, y no había intención de frenar. Aquí se concentrarían buena parte de los casi 4.000 metros de desnivel acumulado de la etapa. Y eso que todavía quedaba Alpe d’Huez… Aprovechando esos minutos de calma tensa en el pelotón, consciente de que no tenía nada que perder con más de 4 minutos perdidos en la general, Mavi García pasó a la acción a mitad de Glandon. La intención era buena, pero faltaron piernas. A los cuatro kilómetros, la española era atrapada por las favoritas. Justo después, Fisher-Black endureció muchísimo el ritmo, y el grupo principal saltó por los aires. Niewiadoma se quedó sin compañeras, aislada. Vulnerable.

Así las cosas, con 54 km por recorrer todavía, Vollering no se lo pensó: ataque mortífero a 2,5 km de coronar el Glandon. Sólo su compatriota Rooijakkers pudo seguir su estela. Niewiadoma, en crisis absoluta, y con un mundo por delante. En el descenso, Demi tensaba aún más la cuerda, tanto que incluso Rooijakkers perdía contacto momentáneamente. La emoción se mantuvo hasta la cumbre de Alpe d’Huez, con el dúo de neerlandesas a 45 segundos del grupo comandado por una Niewiadoma cuya ventaja en el liderato estaba a punto de esfumarse. No obstante, ni el mejor guionista de un taquillero thriller habría previsto lo que estaba por llegar…

Los kilómetros de ascensión iban pasando, y el cambio de ritmo que presumiblemente tenía Vollering en las piernas no llegaba. Su rostro cambió, con la boca abierta, buscando oxígeno donde no lo había. La del SD Worx empezó a pagar la falta de colaboración de Rooijakkers, además del tremendo desgaste que supuso su ataque a 54 km de meta. Detalles. La diferencia entre ganar o perder. Vollering contuvo el ataque de su compañera de baile y tirando de coraje aceleró en los metros finales para ganar la etapa, sin embargo, Niewiadoma se exprimió al límite para salvar su liderato por únicamente 4 segundos. El podio, a 10 segundos, lo cerró Rooijakkers. Día para la historia del ciclismo femenino.

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