Schultz sorprende a Pogacar
El australiano triunfa en Sant Feliu de Guíxols tras atacar en el último kilómetro y es el primer líder de la Volta. Pogacar, en segundo lugar.
El desenlace de Sant Feliu de Guíxols, por tercer año inicio y salida de la jornada inaugural de la Volta a Catalunya, es habitualmente nervioso, tenso y con una llegada de las que duelen al picar para arriba. No es ni una jornada de montaña ni un esprint al uso, pero sí una meta perfecta para finishers, como demuestran los ganadores de los últimos años (Matthews, Roglic...) y, estando Pogacar en la línea de salida, los focos estarían inevitablemente encima de él. Y lo acarició el esloveno, que terminó segundo en su estreno en la Volta, solo superado por el australiano Nick Schultz, que lo probó en el último kilómetro y la moneda le salió cara.
“Espero que sea un inicio sencillo. Tiene puertos bonitos y no había hecho nunca la carrera. Cada año quiero ir probando distintas carreras. Vamos a ver (respondiendo a la pregunta de si es un Pogacar contra el resto), veremos. Estoy preparado para luchar contra todo el mundo”, dijo el esloveno del UAE en la línea de salida. Por delante, estaban el Alt de la Ganga (3ª), el Alt desde Angels (2ª) y el Alt de San Grau (2ª), especialmente importante este último por el técnico descenso hacia Sant Feliu. De salida, se formó una escapada con cinco integrantes: Elissonde, Petilli, Bizkarra, Baudin y Holter. El pelotón, en particular, y el UAE, en general, no les dieron mucho cuartelillo, alcanzado únicamente los dos minutos de renta.
Situación controlada y tensión en el pelotón. Algunos como Kuss, Mas, Bernal (sufrió una caída en recta de meta y llegó a bonificar durante la etapa, como Tadej), tenían como objetivo salvar el día. Otros más explosivos, como Pogacar, la etapa y el liderato, porque a carrera que va, carrera que lucha por la victoria. Neutralizado los de cabeza, el UAE, en momentos acompañados por el Bora, ponían el ritmo, y en el descenso final Joao Almeida incluso llegó a comandar el grupo, abortando la intentona de Vansevenant. Ya en el núcleo urbano de la localidad gerundense, Nick Schultz saltó. Por detrás, los favoritos juntos, estudiando cuando moverse.
Mientras, Schultz seguía haciendo camino, estando a tiro visual del resto. Quedaban 300 metros y no había tiempo para más, por eso Pogacar, que en ese momento ya no tenía compañeros a su lado, lo probó en primera persona. A cada metro que pasaba reducía la ventaja con Schultz, pero también quedaba menos para el arco de meta. Final agónico y, por centímetros, Schultz pudo cruzar la meta por delante. Apenas levantó únicamente un brazo del manillar del esfuerzo, mientras que Pogacar sacó su pulgar como felicitación.
Ganar al esloveno no está al alcance de cualquiera, y además, se viste de líder. Lo que dejó claro el doble campeón del Tour de Francia es que viene a por todo, y este martes, en Valter 2.000 (11,4 km al 7,5%), con el Coll de Coubet poco antes, será para los favoritos de la general. Y hablar de favoritos es hablar del esloveno, aunque esta Volta cuenta con una buena nómina de escaladores. De la Costa Brava la carrera pasará al Pirineo, con un Schultz (tercera victoria de su vida a los 29 años, con su compañero Williams además en tercera posición) que, previsiblemente, cederá el liderato. “Si hubiesen quedado dos metros más, no hubiese ganado”, dijo el triunfador. Justo a tiempo. “Puedo decir que me equivoqué al final. Debí haber cerrado el hueco con Schultz de forma inmediata y no pensar que otro lo haría”, destacó Pogacar después. En breve, nueva oportunidad.
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