MTB | TITAN DESERT

‘ZuZu’, ciclismo en vena

Haimar Zubeldia y Julen Zubero hablan con AS en Arabia Saudí, donde son segundo y tercero de la Titan Desert. Como profesionales, ya coincidieron.

NEOM (Arabia Saudí)

Por las noches, en una de las jaimas que conforman el Titan Camp en NEOM (Arabia Saudí), Julen Zubero siempre repasa la etapa del día siguiente. A su espalda, reposan trece participaciones en la Titan Desert. A su lado, descansa el ciclista español con más participaciones en el Tour de Francia, Haimar Zubeldia, que “aprende mucho”. “Él tiene experiencia en este tipo de carreras y yo siempre digo que es un mago del GPS”, revela el de Usurbil, camaleónico desde que se alejó de la vida profesional. En sus inicios, coqueteó con el ciclocrós, de mucha cultura en su zona, o con el ciclismo en pista. Ahora, se atreve con todo. En la NEOM Titan Desert Saudi Arabia, tras dos etapas, es segundo en la general, sólo por detrás del número uno mundial MTB, David Valero. Tras él, tercero y ganador de la segunda etapa, su compañero de aventuras, Julen Zubero. La doble ‘Zu’.

Les une el ciclismo, presente en la vida de ambos desde siempre, pero también una gran amistad. Ambos corren como miembros del equipo Krypteia. Sus caminos en el desierto, sin embargo, no siempre estuvieron ligados. Y costó que se unieran. “Nos gusta hacer un equipo competitivo y nos faltaba uno. Al final, le convencimos y nos arreglamos bien”, revela Zubeldia entre risas, haciendo referencia a su gran momento en la carrera. “Nos conocemos de siempre y es un persona con la que es fácil hablar. La verdad es que sí, que le costó ficharme. Yo iba con mi tienda (Ciclos Zubero), corriendo con mis historias, pero lo cierto es que es mucho más fácil ir con gente. Vas más tranquilo y en la relación ha ido sumando todo”, añade Zubero, hijo del también profesional Luis Zubero, 15º en el Tour de 1970.

“En el mundo profesional, vives en una burbuja. En tu autobús, con la misma gente... Esto es distinto y me apetecía”

Haimar Zubeldia

Se entienden bien. A poco que se miren, son capaces de saber qué necesita cada uno mientras compiten. Como profesionales, ya coincidieron sobre la carretera. Haimar, con 19 años de trayectoria, corría con el Euskaltel; Julen, en la élite entre 2005 y 2007, con el Orbea. “Julen es bastante más joven que yo (40 y 45 años), pero ahí estuvimos unos años. Luego, él se dedicó a ir a este tipo de carreras y yo también lo tenía en mente. Volvimos a coincidir en la Titan”, explica Zubeldia, que, siempre que se acerca a Bilbao (él vive cerca de San Sebastián), visita la tienda de su compañero de desiertos. “En el mundo profesional, tú vives como en una burbuja. En tu autobús, con la misma gente, en vueltas grandes... Esto es distinto y me apetecía”, analiza.

Una foto para siempre

Estos días, su WhatsApp “está ardiendo”. Óscar Romero, ideólogo del Krypteia, ha sido padre y no ha acudido a la cita saudí. Desde la distancia, disfruta de sus colegas, los únicos capaces de seguir al todoterreno Valero. “Los dos hemos visto que lleva uno, dos, tres, cuatro o cinco puntos más. Aunque sea, por lo menos, intentaremos ponerle nervioso”, valora Haimar antes de la etapa reina, a la que llega con el mismo tiempo que el medallista olímpico. “Es muy complicado sacarle de sitio. Lo único que se puede hacer es esperar un error. Hoy lo ha cometido y, tirando de clase y fuerza, nos ha cogido muy fácil. Es mejor tenerle de amigo que de enemigo y, si surge, le intentaremos desbancar. Yo, por lo menos, estaría muy contento de llegar a meta con ellos y mantener la posición que tengo”, desea Zubero. Sería “una foto para siempre”.

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