Victoria de Sweeck en Merksplas, mala suerte para Orts
El belga aguarda su momento para lanzar un ataque en la última vuelta que le da el triunfo. Orts (8º) se queda sin opciones de podio por una avería.
¿Es más emocionante el ciclocross actual sin Mathieu van der Poel, Wout van Aert y Tom Pidcock? Para gustos, colores, y aunque el debate siempre estará servido, está claro que, como mínimo, la ausencia de los tres tenores deja carreras mucho más divertidas, abiertas e impredecibles. Eso fue lo que deparó el Superprestige de Merksplas, prueba perteneciente al circuito en el que Felipe Orts subió al podio el pasado lunes y en la que este sábado optaba a lo mismo hasta que una avería enterró sus opciones en el tramo final (8º). El vencedor, curiosamente, fue el mismo, un Laurens Sweeck en estado de gracia que empieza a recordar a aquel que le llevó a ganar la general de Copa del Mundo en 2023. El podio lo completaron Toon Aerts y Lars van der Haar.
La carrera fue preciosa de principio a fin, con multitud de cambios de líder sobre un circuito tan rápido como angosto. Un guion frenético. Orts partió en segunda fila de parrilla, junto a Thibau Nys, y por detrás de la caballería: Sweeck, Vanthourenhout, Vandeputte… Su sitio ya está entre los grandes. Eso sí, el de Villajoyosa se vio en problemas en la salida, ya que se vio algo encerrado por la zona exterior al afrontar la primera curva. Tocó remontar. Y vaya si lo hizo. En la segunda vuelta se formó un cuarteto de cabeza con Vandeputte, Iserbyt, Sweeck y Vanthourenhout, que mantenía cierta ventaja sobre un grupo perseguidor en el que Nys llevaba a casi todos con la lengua fuera. La excepción era Felipe.
El reagrupamiento llegó hacia el ecuador de la prueba, momento en el que el campeón de España hizo su apuesta. Lijada por aquí, interior por allá y… ¡Orts lideraba la carrera! Y no se conformó lo más mínimo, puesto que cambió el ritmo y ganó unos metros de ventaja preciosos durante más de una vuelta. A falta de tres giros, los ‘gallos’ volvían a juntarse, con un Van der Haar hasta entonces desaparecido que se unía a la fiesta. Y llegó la desgracia. Instalado en la comodidad del top-5, Felipe tuvo un salto de cadena a la salida de una curva cerrada, lo que le relegó a la octava posición y finiquitó sus opciones de podio. Lo bueno, además de sus fabulosas sensaciones, es que este mismo domingo tendrá oportunidad de redimirse en el X2O de Hamme.
Para la resolución, quienes habían jugado al ilusionismo durante la mayor parte de la carrera, evitando dar la cara en las primeras posiciones, fueron los que mayor botín sacaron. Sweeck y Van der Haar tenían la mejor mano sobre la mesa. Y las mejores piernas. En la última vuelta, Sweeck apareció de la nada para liderar por primera vez, un privilegio que ya no soltó. Vanthourenhout trató de reaccionar, pero tampoco pudo con el arreón de un Aerts que sigue progresando tras regresar a la competición el pasado febrero, una vez cumplida su sanción de dos años por dopaje. En la recta de meta, mientras Sweeck celebraba, Nys levantaba el pie del acelerador para que su compañero de equipo (Baloise Trek Lions) Van der Haar ganase un puesto que puede valer oro en la general del Superprestige. La temporada empieza a caldearse.
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