Van Eetvelt se lleva el UAE Tour en Jebel Hafeet y podio de Pello Bilbao

Quién le iba a decir a Lennert van Eetvelt que una fuga que no iba a ninguna parte sería clave en su conquista del UAE Tour. El joven corredor del Lotto Dstny (22 años), otra de las perlas del ciclismo belga que se está destapando esta temporada, junto a William Lecerf, se adjudicó la ronda emiratí gracias a una fantástica actuación en la subida a Jebel Hafeet. Eso sí, de nada habría servido de no ser porque hace dos días entró en una fuga para conseguir los seis segundos de bonificación que, a la postre, la han dado la primera general de su palmarés (junto a sus primeros triunfos en el World Tour) por un suspiro: 2 segundos por delante de Ben O’Connor y 11 sobre Pello Bilbao, segundo en la etapa reina.

“Es increíble, no puedo creerlo. No puedo estar más feliz ahora”, explicó Eetvelt en zona mixta, absolutamente incrédulo, a pesar de que su ataque a 1,5 km del final estaba planeado y de su notable mejoría durante la pretemporada: “Era algo que tenía en mi cabeza. Este invierno he mejorado y he conseguido mis mejores números de siempre”. Quedó reflejado en la icónica ascensión emiratí, donde siempre han triunfado corredores de enorme nivel: Alejandro Valverde, Tadej Pogacar y Adam Yates. Su éxito a finales de enero en la Challenge de Mallorca, en el exigente Trofeo Serra Tramuntana, en el que superó a corredores mucho más experimentados como Aleksandr Vlasov y Brandon McNulty, no fue flor de un día.

Hasta Jebel Hafeet no hubo mucho a destacar de una jornada unipuerto de 161 km, completamente llana hasta la subida final. Como hemos dicho, una ascensión en la que, por sus números, solo triunfan corredores de pedigrí: 11 km al 6,7% de promedio. Ahí llegaba el UAE con la intención de defender el liderato de Jay Vine, pero después de dominar con absoluta autoridad (triplete incluido en la contrarreloj) durante el resto de la semana, se vinieron abajo en el ‘Día D’. El australiano, completamente desdibujado, se descolgó del grupo de favoritos cuando aún faltaban más de 7 km de subida. Minutos antes, su compañero McNulty había hecho lo propio. Día para olvidar.

Una nueva promesa

El resto de Jebel Hafeet fue un quiero y no puedo para la mayoría. Es un puerto en el que se va relativamente fácil a rueda y abrir hueco es casi una heroicidad. Después de un carrusel de ataques, en el que Pello se dejó ver sin éxito, Van Eetvelt pegó el estacazo definitivo a aproximadamente 1,5 km de meta, y ya nadie pudo echarle el guante. El esprint de grupo se lo llevó el bueno de Pello, haciendo gala de su punta de velocidad en este tipo de situaciones. Objetivo cumplido para el español, que aterrizó en la carrera con la firme convicción de subir al cajón.