Simon Yates conquista el AlUla Tour, donde nace una nueva promesa: Lecerf

Su primer deseo fue salvar sin caídas los días de transición. El segundo, superar los abanicos para llegar con opciones de victoria a la etapa reina. El tercero, conquistar la general. Y así sucedió. El AlUla Tour transcurrió bajo los dominios de Simon Yates, que impuso su favoritismo a la hora de la verdad para conquistar su primera general en la ronda arábica. El británico ganó la última etapa tras la descomunal ascensión a Skyviews of Harrat al imponerse en un selecto esprint de favoritos en el que se coló un nuevo diamante en bruto del ciclismo: William Lecerf.

El menudo escalador belga de 21 años (1,69 m de estatura y 54 kg), que inicia su primera temporada completa en el Quick-Step tras formarse el año pasado en el equipo de desarrollo, confirmó su enorme clase ante grandes veteranos, demostrando que sus éxitos en sub-23 (vencedor de Il Piccolo Lombardía, 4º en Giro Baby, 5º en el Porvenir…) no eran casualidad. Subió como segundo a un podio que cerró el neozelandés Finn Fisher-Black, otra de las innumerables perlas del UAE Team que sigue dando pasos firmes en su progresión. El mejor español clasificado fue Iván Romeo, que firmó su primer top-10 en una general con el Movistar (9º).

El AlUla Town, acogedor emplazamiento con sus tiendas de artesanía, arquitectura de arcilla, cafeterías y perfumerías nicho, dio el pistolezado de salida a la última etapa. Lugares con encanto. El ritmo fue alto desde el inicio (acabó con 44 km/h de promedio) y la formación de la fuga, integrada por Pedersen (Uno-X), Conca (Q36.5), Kolze (Tudor), Batsaikhan y Tzortzakis (Roojai) y Koisi y Malucelli (JCL), costó lo suyo. Con siete representantes, ha sido la más nutrida de toda la carrera.

Sin embargo, el pelotón no estaba para sorpresas. Después de cuatro días de protagonismo de los velocistas, era la hora de los hombres de la general. Tras formarse una segunda fuga poco después del ecuador de la etapa, cuyo último superviviente fue el español Iker Bonillo (Euskaltel), la neutralización definitiva llegó a falta de 29 km a meta. Tocaba llegar bien situados al último campo de batalla, con vistas al cielo…

Y allí, en la pared de Skyviews of Harrat, con rampas que alcanzaban hasta el 22%, Lecerf dejó su impronta. El joven belga, como si llevase toda la vida en esto, dejó atrás a Formolo y Yates, sus más inmediatos perseguidores. El hueco era escaso, y eso hizo que el joven belga fuese atrapado una vez superada la cima. Se formó un grupo de cuatro en cabeza, con Yates, Fisher-Black, Majka y Lecerf en el que no pudo estar Formolo, al que se le atragantó la parte final de la ascensión. En el esprint de elegidos que se jugó el triunfo, Yates impuso su punta de velocidad. El Jayco cumple en ‘casa’.

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