Roberto Bou: “Se entrena para ganar, no para hacer podios”

El nombre de Roberto Bou (Mora de Rubielos, 30 años) ya luce en los libros de oro de la Titan Desert Marruecos. El campeón de la 17ª edición charla con AS tras recibir el fósil especial de ganador. Quienes le conocen detallan su calidad, tanto humana como deportiva: “Hay ciclistas buenos y buenos ciclistas. Roberto lo es por dos”. Tras 12 Titan Series por fin llegó su momento y no esconde que la espina está quitada. Ahora le toca saborear y disfrutar del triunfo, pero ya tiene marcado su próximo objetivo: ser campeón del mundo en XC Maratón.

¿Qué se siente el ser ganador de la Titan Desert Marruecos?

Un sueño que todavía no me parece real. Por la noche (el jueves) todo el mundo me decía que ya tenía el título en la mano, pero hasta que no se cruza la línea de meta no te haces una idea de lo que has conseguido. Es una cosa que llevaba intentado desde hace muchos años y he luchado mucho. Esta carrera te eleva a lo máximo y es que te lleva al límite por el calor y la navegación. Son seis días de carrera y lograrlo este año ha sido muy especial por el fallecimiento de mi abuelo.

¿Dónde cree que estuvo la clave para su victoria?

En la Titan hay una exigencia física y mental brutales. Creo que la psicología es fundamental porque aquí el que no es cabezón y le da a fondo no tiene recorrido. Hundirte te lleva al abandono. Por eso quiero felicitar a todos los que han acabado la Titan porque es muy dura. Me acuerdo de la primera que hice y es algo que te cambia.

Su triunfo va para alguien muy especial, su abuelo (falleció la pasada semana). ¿Sintió su apoyo?

Mi abuelo, desde arriba, me ha empujado fuerte. Se lo dedico todo a él. Sentí que me estaba animando. Hubo momentos en los que pensé no ir a la lucha, pero es que tras cinco días de carrera, me sentí con las mejores piernas de la semana. Increíble. Solo tengo palabras de agradecimiento a todo el mundo, a mi equipo que me estuvo mimando al máximo. Lograr esto es brutal. Tengo un equipo que vale oro.

¿Vio peligrar en algún momento el triunfo final?

No, desde la salida sabía que iba a ganar. Quizás parezco poco humilde pero es que me noté con unas piernas increíbles. Fue como sentirse invencible. Me sentí fresco y, además rodeado de mi equipo, sabía que nada podía fallar. Solo una avería me podría frenar, porque por mí no iba a ser.

Tras un segundo y un tercer puesto, por fin, ha ganado. ¿Espina quitada?

Tremendo. Los que me conocéis sabéis la espina que tenía clavada. Esto es lo que me hizo insistir y no tirar la toalla. Este año ya me he quitado la espina y solo pienso en una cosa... en la celebración (bromea).

¿Tuvo problemas para dormir?

Ninguno, pastillita de dormir y rápido al sobre. A las 21:30 ya estaba en la cama, eso lo tenía muy claro. Debía descansar si al día siguiente quería rendir al máximo.

¿Cómo explica su llegada a meta?

La verdad es que estaba pensando también en que quería que mi compañero Miguel ganase. Pero es que Mantecón estuvo atento, al final recortó por donde queríamos nosotros y llegó él primero. Aun así, entrar con Miguel de la mano, que ha estado durante mucho tiempo conmigo, es lo mejor que me podía pasar. Es mi amigo de todo corazón.

Betalú, que ha ganado cuatro Titan, dice que el segundo triunfo es más fácil que el primero...

Ganar es difícil tirar por donde tires porque son seis días rodando a cara de perro y en los que no te puedes descuidar. Ganar la primera siempre es especial y si en algún momento hay una segunda creo que será igual. Es posible que haya algo de menos presión, pero es que has de ponerte al límite y sufrir.

Lo que es seguro es que el año que viene lucirá el dorsal 1...

Se me ponen los pelos de punta. El año que viene aún no sabemos qué va a pasar, pero si se vuelve será con el 1 y a revalidarlo. Se entrena para ganar, no para hacer podios.

¿Cuál es su próximo reto?

Yo entreno para ser campeón del mundo de XC Maratón. Quizás suena un poco de flipado, pero es mi motivación, sería la mayor victoria como deportista. Todos los años se ha de crecer y toca ir peldaño a peldaño. Con mi entrenador lo hemos puesto en la agenda y ojalá lo consigamos.

¿El triunfo en la Titan Desert Marruecos cree que le va a cambiar la vida?

Espero que no me cambie mucho porque estoy muy contento con mi vida. Vivo en un pueblo pequeño, en Mora de Rubielos de la zona de Teruel, y es ahí donde entreno. Esas montañas me han hecho crecer y rendir siempre al máximo. Llevarme la Titan es algo increíble, un sueño hecho realidad.

Tras cruzar la línea de meta hizo una videollamada con sus padres y su novia. ¿Qué le dijeron?

Que me quieren mucho y tienen ganas de verme para celebrarlo. Va para ellos también. A disfrutar y celebrar. ¡Vamos!