Revolución meteorológica en O Gran Camiño
O Gran Camiño pondrá en funcionamiento un sistema de estaciones meteorológicas repartidas por la carrera para anticiparse a previsiones adversas.
Dicen que año de nieves, año de bienes. Una bendición para las cosechas, una discordia en otros menesteres. Como ejemplo, el de hace casi un año, cuando ese manto blanco cubrió el paisaje de Galicia y produjo momentos de extremada tensión durante la disputa de la segunda edición de O Gran Camiño. En las cercanías de Sarria, en plena ascensión al Alto de Montan, el pelotón se paró ante la intensa nevada soportada desde hacía un par de horas. Pero justo al iniciar la bajada, lucía el sol. Moscon, Schönberger y Hernaiz, que habían resistido estoicamente en la fuga, se vieron perjudicados por la cancelación de la etapa. Para este tipo de situaciones, ahora se abre un nuevo escenario.
Ezequiel Mosquera, director de la ronda gallega y jefe de EME Sports, empresa organizadora, siempre apuesta por la innovación y por abrazar la tecnología. El año pasado, las tomas de dron fueron todo un espectáculo televisivo, pero para la próxima edición (22 al 25 de febrero) se introduce un nuevo elemento en favor de la seguridad: las estaciones meteorológicas. “No podemos cambiar la fecha, porque no las hay y tenemos buena participación en estos días. Por nuestra parte, lo que debemos hacer es invertir en seguridad. Y la seguridad muchas veces pasa porque se tenga información real de lo que está pasando unos kilómetros más adelante. Nos reunimos y pensamos en las estaciones meteorológicas”, señala Mosquera a AS sobre la novedad con la que contará este año la carrera, una innovación nunca antes vista en ciclismo de carretera que puede marcar un antes y un después.
“La idea es conectarlas a una red Wi-Fi, trasladar la información a la web y que se pueda tener acceso a ese clima en tiempo real”, detalla Ezequiel sobre la función bidireccional de las estaciones: información para los corredores y para los seguidores de la carrera. Si el experimento resulta satisfactorio, no sería de extrañar que más carreras empiecen a incorporar esta medida, ya que permitirá a los organizadores anticiparse en plena carrera y evitar situaciones confusas como las que sucedieron el año pasado. “Ayuda a tomar decisiones, aunque es cierto que a veces se toman sin tener una información real de cómo está el panorama unos kilómetros más adelante. Es una prueba piloto, que yo estoy convencido de que saldrá bien por las primeras pruebas que hicimos. No podemos cambiar el tiempo, pero sí monitorizarlo”, sentencia el exciclista gallego.
Gracias a las estaciones meteorológicas, que la organización irá desplazando por el recorrido, los directores de los equipos contarán con información en tiempo real incluso antes de la salida de cada una de las cuatro etapas, por lo que los participantes tendrán siempre actualizada la previsión meteorológica que tienen por delante. Con este método se podría haber evitado un recorte de etapa como la que sufrió el Giro en 2023, cuando los corredores se acogieron al protocolo de clima extremo por fuertes lluvias para no pasar por el San Bernardo. Sin embargo, al otro lado de la montaña, el descenso se encontraba totalmente seco.
Doble innovación
No será esta la única novedosa aportación que introducirá este año O Gran Camiño. Durante la retransmisión televisiva, los espectadores serán testigos del llamado ascent location, que a modo de grafismos permitirá ver con mayor claridad la dimensión de cada puerto del recorrido. “Las tomas suelen engañar. Tú los ves y parece que van por llano, y la realidad de la pendiente es terrible muchas veces. Hicimos una especie de ascent location, que es una manera de ver el puerto en su dimensión. Según se va subiendo el puerto, irá marcando todo el kilometraje y lo que tienen que subir. Ves lo que llevan completado y la diferencia real que hay entre ellos físicamente, a vista de pájaro. Son informaciones que yo creo que el ciclismo necesita darle al espectador”, concluye Mosquera. Renovarse o morir.