Juanpe López gana el Tour de los Alpes e ilusiona para el Giro

El Giro de Italia (4 al 26 de mayo) son palabras mayores. Con Tadej Pogacar fuera de concurso, en la próxima edición de la Corsa Rosa tomarán la salida otros campeones del Tour, como Geraint Thomas, corredores que han subido al podio en una grande, como Romain Bardet, y grandes escaladores, caso de Ben O’Connor. A todos ellos superó Juanpe López en el Tour de los Alpes para alcanzar la gloria por primera vez en su carrera en lo que respecta a una vuelta por etapas. El de Lebrija (26 años) se hizo con el liderato en la tercera jornada, con su primer triunfo profesional incluido, y ya no lo soltó hasta el final, demostrando una fortaleza física, mental y lectura de carrera de auténtico veterano. Licencia para soñar.

Más allá de unos repechos situados cerca de meta, en las inmediaciones de Levico Terme, el escenario que decidiría al ganador del Tour de los Alpes era fácilmente identificable. Después de unos 50 primeros km llanos, el doble paso por Palù del Fersina (1ª), con sus 12,5 km al 6,1% de pendiente media, dictaría sentencia. Poco antes de encarar el primer ascenso, hubo un intento de fuga en el que se filtró Tobias Foss, primer líder de la carrera, con la intención de resarcirse de su descalabro en la general del día anterior (cedió 14 minutos). Después de abrir un hueco de unos 20 segundos, tanto el noruego como Tsarenko, Paige y Postlberger fueron capturados. Así las cosas, la carrera llegó agrupada a pie del Fersina.

Después de verse solo ante el peligro y resolver con solvencia todos los ataques de sus rivales, una de las claves en favor de los intereses de Juanpe sería ver el papel de Carlos Verona. Y el madrileño, en el ‘Dia D’, no falló. Además de Verona, el de Lebrija también pudo contar con la ayuda del eritreo Ghebreigzhabier, que contuvo el lejano intento de Thomas y Pellizzari. Ambos, con bastante tiempo perdido en la general, pero demasiado peligrosos como para no controlarlos desde la distancia. El Lidl-Trek lo consiguió a la perfección, aunque Carthy se unió a la cabeza de carrera para conformar un poderoso trio de fugados.

Y llegó el paso definitivo por Fersina. Ahí se libró el asalto final a la carrera con reagrupamiento, tras la caza del trío delantero. Vuelta a empezar. El Lidl-Trek, marcando el ritmo, pletórico. El Bahrain, con su doble baza, fue el equipo más activo. Primero arrancó Tiberi, aunque el fabuloso trabajo de Verona acabó con su intento en pocos minutos. Acto seguido contraatacó Poels. Juanpe se lanzó a por él, pero ya sin Carlos contó con el apoyo del AG2R, que quería salvaguardar la segunda plaza de O’Connor en el podio. Circunstancia de carrera que jugó en favor del español. Con el neerlandés a la vista en la cima, la general era suya. En el descenso se produjo la neutralización definitiva de Poels, gracias a los relevos de un incombustible Verona, que regresó para la causa, y los gregarios de O’Connor.

Todavía quedaba la pugna final por el triunfo de etapa. En el último repecho, Bardet quiso apurar sus opciones, pero Juanpe era una lapa. Inquebrantable. Después, fue él mismo quien pasó al ataque para defenderse de posibles acometidas, viendo que por detrás había cedido O’Connor. Finalmente, ni él ni nadie consiguió abrir hueco, pero el AG2R vio recompensado su trabajo al esprint con la victoria de Aurélien Paret-Peintre. Juanpe, a escasos metros, alzaba los brazos al cielo, en el corazón de los Alpes, para inscribir su nombre en el palmarés junto al de Mikel Landa (2016), los dos únicos españoles que han ganado esta carrera. Un día que Juanpe jamás olvidará. No había mejor preparación posible para encarar el Giro.

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