Estreno monumental de Mathieu van der Poel en la Milán-San Remo
El neerlandés gana su tercer monumento, el primero en Italia, tras un gran ataque en el Poggio. Ganna y Van Aert dejaron a Pogacar fuera del podio.
La Milán-San Remo, la prueba italiana que recorre Italia casi de punta a punta, un monumento, el primero de la temporada, teóricamente el más favorable para los velocistas... pero que cada vez lo tienen más complicado ante la voracidad de los clasicómanos y vueltómanos actuales. En los últimos 15 años, la prueba dejó 15 ganadores diferentes. ¿Y en 2023? Pues otro distinto, el 16º. Nadie repite entre las generaciones vigentes. El que inscribe su nombre es Mathieu van der Poel. El del Alpecin logra su primera victoria de la temporada, posiblemente el mejor momento para estrenarse en esta parte de la campaña, ya que añade un tercer monumento a su palmarés tras la doble conquista en el Tour de Flandes (2020 y 2022). Un ataque durísimo en la parte final del Poggio y un descenso magistral le permitieron al del Alpecin cruzar la meta de Vía Roma en solitario.
En el podio le acompañaron un espectacular Filippo Ganna y el enemigo íntimo de Van der Poel, Van Aert. En cuarta posición quedó Tadej Pogacar, fuera del podio. El esloveno era el más vigilado, tenía todas las miradas, porque esta prueba uno de sus grandes retos de la temporada. Para ello trabajó su equipo, especialmente un Tim Wellens estelar, y en el Poggio llegó su esperado ataque que seleccionó la carrera. Los cuatro que quedaban tras ese movimiento serían los que se jugasen la victoria. Antes de acabar el Poggio (3,7 km a 3,7%) llegó el contraataque de Van der Poel, el ganador. Una curva a izquierdas que marca el inicio del descenso fue la última vez que vio de cerca el trío perseguidor el maillot azul del nieto del fallecido Poulidor. Precisamente, Pou Pou logró ganar esta carrera hace 62 años (en 1961), Descenso técnico, arriesgado y por atrás no recortaban. Una bala ganadora.
Era el día de la exhibición de Van der Poel, gris en la Strade Bianche, sin poder ni tan siquiera acercarse a Pidcock, de hacer de lanzador de su compañero Philipsen en la Tirreno-Adriático, y de dejar atrás esos sinsabores con este triunfo, el primero del año... en carretera, porque sobre ciclocross brilló en el mes de enero en Benidorm y en febrero en Países Bajos, ganando el Mundial a Van Aert. La última victoria de Van der Poel en carretera databa de septiembre, en Bélgica (país donde nació y donde vive pese a ser de Países Bajos) y para Pogacar es la primera derrota en una carrera (bien sea en pruebas de un día o en una general) desde que Enric Mas pudiese con el esloveno el pasado 1 de octubre en el Giro de Emilia.
Una Cipressa con menos dureza
¿Lo probaría Pogacar en la Cipressa? Era una de las incógnitas, si el esloveno se anticiparía al Poggio, a la subida anterior. No lo hizo, pero sí se puso su equipo, el UAE, a endurecer la carrera, tal vez algo más tarde de lo esperado... y posiblemente sin hacer la criba que les hubiese gustado. Antes, a 30 km de meta, la fuga del día, con ocho integrantes, ya fue neutralizada. Ya desde entonces se veía a un gran Van der Poel, aguantando bien, junto a varios compañeros de equipo, mientras que corredores como De Lie, Gaviria, Cavendish... ya estaban dejándose uno o bastantes metros, en el caso del británico. Es decir, los grandes favoritos seguían delante, y la ascensión a la Cipressa (5,6 km al 4,1 %) se coronó unos veinte segundos de demora respecto a 2022. Menos dureza en ese aspecto.
Por eso en el Poggio el grupo era más nutrido de lo esperado. Ahora sí, Tim Wellens sabía que era el momento. Una velocidad altísima en la subida, con algunas curvas llegando incluso a tener que frenar en la parte más suave, hasta que a 6,8 km del final, boom. El ataque de Pogacar. Solo un espectacular Ganna pudo salir a su rueda, mientras que Van Aert y Van der Poel perdieron un metro que pudieron cerrar rápidamente. Una vez juntos llegó el movimiento de Van der Poel. Inalcanzable.
En Vía Roma los tres perseguidores se vigilaban y Ganna hasta evitó el esprint por la segunda plaza tirando de vatios mientras que Pogacar no pudo con Van Aert. Gonzalo Serrano (25º) y Alex Aranburu (26º), que sufrió una caída, los dos primeros españoles. Ilustres como Mohoric (8º), ganador en 2022 y Alaphilippe (11º), quedaron lejos del podio, mientras que Peter Sagan se despidió de la carrera que siempre se le resistió en la 44ª plaza. Otra San Remo más, esta algo diferente, al no salir de Milán por vez primera (partió de Abbiategrasso) y seis horas de desgaste tras casi 300 kilómetros para 25 minutos finales frenéticos. La media fue de 45,773 km/h, la segunda más rápida de la historia tras los 45,806 km/h de Gianni Bugno en 1990. Tal vez, junto al muro de Huy, los finales más eléctricos de la temporada ciclista. Quedan cuatro monumentos en 2023.
Clasificación de la Milán-San Remo
1º Mathieu van der Poel (PP BB/Alpecin) - 6:25:23
2º Filippo Ganna (Ita/Ineos) - a 15″
3º Wout van Aert (Bél/Jumbo) - m.t.
4º Tadej Pogacar (Esl/UAE) - m.t.
5º Soren Kragh Andersen (Din/Alpecin) - 26″
6º Mads Pedersen (Din/Trek) - m.t.
7º Neilson Powless (EE UU/EF) - m.t.
8º Matej Mohoric (Esl/Bahrain) - m.t.
9º Anthony Turgis (Fra/TotalEnergies) - m.t.
10º Jasper Stuyven (Bél/Trek) - m.t