“El reinado de Pogacar va a ser una dictadura en el ciclismo”
Pedro Delgado, campeón del Tour en 1988, habló sobre la actualidad ciclista en “Los desayunos de la APDV”. “No tiene rival”, añadió Perico sobre Tadej.
El exciclista segoviano Pedro Delgado, ganador del Tour de Francia 1988 y de dos Vueltas (1985 y 1989), y actual comentarista de ciclismo en TVE, ha asegurado que “el reinado de Pogacar va a ser una dictadura”, y ha destacado que el esloveno “tiene un gran equipo detrás que se entrega por él”. Según explicó en “Los desayunos de la APDV”, organizados por la Asociación de la Prensa Deportiva de Valladolid, Tadej Pogacar “es un prodigio, que ha venido para dominar el ciclismo los próximos cinco años”.
En su opinión, el ciclista esloveno “no tiene rival, porque Remco Evenepoel, que es un gran deportista, a su lado es un aprendiz” y considera que, con ese protagonismo, será difícil que pueda aparecer un ciclista español que destaque, si bien ha vaticinado un buen futuro para Juan Ayuso o Carlos Rodríguez. “Pogacar tiene unos valores estratosféricos y además le gusta mostrarse y ganar a lo campeón, porque no se conforma”, añadió Delgado, quien reconoció que, en la época actual, con “tantos consejeros” y con la rigurosa alimentación que siguen los ciclistas, él lo habría pasado mal.
Comenzó su intervención recordando sus inicios en el mundo del deporte de las dos ruedas cuando, siendo juvenil, fue fichado por el equipo “Moliner” de Valladolid, lo que para él supuso “conocer mundo”, ya que antes no había salido de su Segovia natal. En ese entonces, dudaba que pudiera ser un ganador, porque veía que había muchos jóvenes con gran proyección y que no estaba a su altura, pero en ese tiempo pudo ganar dinero con las carreras y, de hecho, en los meses de verano, llevó a su casa más dinero que su padre, confesó.
Pero de ahí a que pudiera pensar que iba a vivir del deporte había un abismo y, de hecho, compatibilizó durante un tiempo sus estudios de enfermería con el ciclismo, hasta que llegó el gran salto de juvenil a profesional, con Reynolds, desechando otras ofertas con Kelme o con el Zor de Javier Mínguez. Delgado ganó la Vuelta en 1985 por sorpresa, cuando en una etapa en Segovia logró contrarrestar los seis minutos que tenía de diferencia con Robert Millar -hoy Philippa York- en un final que cubrió con Pepe Recio de colaborador en ruta.
Luego llegaría la victoria en el Tour, que le encumbró como líder del ciclismo español, a la que podría haber añadido otra, de no ser por su retraso en la contrarreloj de Luxemburgo, que le afectó anímicamente y, aún así, logró hacer podio. No tardó en aparecer Miguel Induráin, pero supuso “una bendición” para ‘Perico’ Delgado, quien admitió que, de no ser por el sacrificio que este en su día hizo por él, la “locomotora de Villaba” pudo haber ganado más Tours, y se sintió muy bien siendo su escudero.
Además, fue viendo que no estaba bien, que sufría más de la cuenta, y poder ayudar a Induráin fue la motivación que le permitió seguir, hasta que decidió dejar el ciclismo profesional en 1995 y apostar por un contrato como comentarista de televisión, de la mano de Luis Miguel de Dios. A partir de entonces, fue renovando año tras año, y ya ha perdido la cuenta de los que lleva, pero eso le ha proporcionado una forma “más crítica” de vivir el ciclismo, ya que ahora se posiciona del lado del espectador, y este, lo que busca, es espectáculo, algo que “los corredores no entienden”, como él tampoco lo hizo. También ha escrito varios libros: “A golpe de pedal”, “A golpe de micrófono” y “La soledad de Perico”, el último hasta la fecha, y al respecto señaló que es bonito que más ciclistas se animen a contar su experiencia, como Vicente Belda, que acaba de publicar “La escalada de mi vida”.
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