El amargo desenlace de Mikel Nieve
El vasco, al igual que Valverde y Nibali, también se retiraba tras el Giro de Lombardía a los 38 años, y lo hizo por desgracia de la peor forma: con rotura de clavícula.
Además de Alejandro Valverde y Vincenzo Nibali, ayer también hubo otra retirada, la de Mikel Nieve. El vasco, de 38 años, ponía punto final a su carrera en Lombardía en las filas del Caja Rural. Sin embargo, su despedida fue la peor posible: sufrió una dura caída en un descenso que le llevó directamente al hospital de Lecco. El médico de carrera, al tratarle antes del traslado, dio por hecho que era rotura de clavícula, algo que las pruebas posteriormente confirmaron.
“Llegaba con ganas de hacerlo bien, Lombardía es una carrera que me gusta, pero un bidón se cruzó en la carretera y nada pudimos hacer para esquivarlo. Es obvio que me hubiese gustado terminar de otra manera pero el ciclismo es así y toca aceptarlo”, dice con entereza. Lo hace con cinco victorias, y vaya victorias: tres en el Giro de Italia, una en La Vuelta y otra en el Dauphiné.
Es considerado uno de los grandes gregarios del pelotón, especialmente en su etapa en el Sky (de 2014 a 2017). Estuvo en el Tour de Francia en dos de las conquistas de Froome y en la de Geraint Thomas. Para el recuerdo queda, entre otras cosas, queda su éxito en el Giro en Val di Fassa, en 2011 en las filas del Euskatel. Una de las etapas más duras de siempre. “Aquí concluye mi etapa como ciclista y me voy satisfecho”. Otro adiós.