Diamantes de arena

Si hay una frase que se escucha una y otra vez en los campamentos de la Titan Desert es que “lo difícil no es venir aquí, lo difícil es no repetir”. Y un claro ejemplo es el de Claudio Ferreiro. Este director comercial de calzados Victoria de 57 años será, una vez complete esta 17ª edición de la Titan Desert, Titan Diamante. Un título que solo alcanzan aquellos que han superado los 10.000 kilómetros en cualquiera de las pruebas Titan Desert. Ferreiro tiene en sus piernas ya más de 9.500 kilómetros entre Marruecos, Arabia Saudí y Almería y tiene la fecha del viernes 5 marcada en rojo. Una vez cruce la línea de llegada en Maadid será Titan Diamante.

Ferreiro se inició en el mundo de la bicicleta en 2008. Tras dos roturas del ligamento cruzado de su rodilla derecha, con un amigo, buscó un deporte que apenas le produjese impacto. Y ahí le espero la bici. Para Reyes, en 2009, la recibió y empezó a rodar. No tardó en disfrutar y, a los cinco meses, tras ver documentales de la Titan Desert se picó. Sufrió, sí, pero la completó. Se perdió la del 2010 por temas laborales, pero a partir de entonces, no falla: “Cinco meses después de recibir la bicicleta, con un amigo, fuimos a la Titan Desert Marruecos de 2009, una locura. Es verdad que cuando la acabé dije que no me pillaban más, ni de cachondeo, pero lo que ha pasado de verdad es que no he dejado de venir. Desde el 2011 he ido, a excepción de las de Cuba, a todas las series: Marruecos, Arabia y Almería. Esto engancha”, comentó a AS en la haima de descanso del campamento situado en Knob. Pero hay más y es que “me entró arenilla en el corazón y no puedo parar”.

Claudio Ferreiro está a punto de entrar en el selecto club de Titan Diamante. Y se sumará, por ejemplo, a tres ciclistas que están actualmente en la presente edición de la Titan Desert Marruecos: Ramón Aranda, Ramón Espelt (no pudo completar la Etapa 2 de este lunes) y Paco Barranco. Para llegar a Diamante, estos Titanes tuvieron que superar Legend (más de 3.500 kilómetros) y Platinum (5.000). Ferreiro será Diamante dentro de cuatro días (por si acaso, se activa el plan anti gafe): “Esto es muy largo, pero sé que la voy a hacer. ¿Celebrar el diamante? no he pensado nada, no quiero ser gafe tampoco (bromea), pero lo que sí sé es que voy a celebrar hacer otra Titan. Esto es algo que hay que hacer una vez en la vida, la Titan es increíble”. Ferreiro lleva en sus piernas dos etapas con su fat bike en esta 17ª Titan Desert Marruecos y aún le faltan cuatro más. Ánimos y apoyo no le van a faltar porque “aunque cada año me cuesta más, tengo muchas amistades potentes que me van a hacer todo más llano”. Además, ahora llegarán las dunas, que es donde “más disfruto. Eso sí, también sufro porque vienen tramos poco ciclables y temperaturas de 48 grados. Pero vamos, que nos quiten lo bailado”. Kilómetro a kilómetro irá sumando para alcanzar un diamante que brilla y le espera en Maadid. Con tranquilidad y sin gafe.