Juan Ayuso: “Si hay un Mundial que nos ilusiona, es este”

Tras demostrar su innato talento en categorías inferiores, Juan Ayuso (Jávea, 22 años) tuvo una adaptación inmediata a la élite del ciclismo, unos primeros años en los que ha aumentado su nivel progresivamente, con paso firme. Pero existe un escenario en el que todavía no se le había visto, uno que supone la consagración en el profesionalismo para todo ciclista: el Mundial. Ahí estará este domingo el alicantino, en Zúrich, con motivo de la prueba de fondo élite en la que será una de las grandes bazas de España en esa ansiada búsqueda de las medallas. Antes de afrontar el desafío, Ayuso atiende a AS.

—Se encuentra ante su primer Mundial. ¿Qué sensaciones tiene?

—Creo que he dado un paso adelante después de Luxemburgo. Canadá fue la vuelta a la competición y me costó un poco, pero la semana en Luxemburgo la terminé muy bien. En los últimos entrenamientos probé las aceleraciones unas cuantas veces y estoy muy contento con las sensaciones. He dado el salto que me faltaba para volver a mi nivel y creo que el domingo podré estar ahí.

—Un Mundial no deja de ser una carrera ‘estilo clásica’. ¿Te gustaría brillar también en este tipo de pruebas?

—Sí, sin duda. Algo que han demostrado corredores como Pogacar y Evenepoel es que se pueden ganar grandes vueltas y a la vez ser de los mejores en carreras de un día. Los Monumentos toman cada vez más importancia y es un objetivo al que creo que podré adaptarme poco a poco.

—¿Ganar la contrarreloj de Luxemburgo fue una liberación?

—Sí, claro. No es una victoria que vaya a resaltar mi palmarés, al no ser una carrera World Tour, pero ganar en cualquier sitio es muy complicado. Para mí fue muy importante porque pude pasar página de la mala suerte que tuve durante el verano y en esta última parte de la temporada espero que me vuelvan a sonreír las cosas.

—Se habló mucho desde el Tour de su relación con su propio equipo. ¿Es difícil aislarse de todo eso para rendir?

—A nadie le gusta que hablen mal de él, a veces resulta un poco desagradable, pero sé llevarlo muy bien. Me aíslo y no suelo mirar mucho las redes. Yo soy el primero que sabe que muchas cosas que se han dicho no son ciertas, por no decir que el 90% son falsas. Eso hace que tenga la conciencia muy tranquila y que no me afecte prácticamente.

—¿Tu idea es mantenerte en el equipo y mantenerte estable en el proyecto?

—Correcto, eso es.

—Con el gran grupo que trae España a Zúrich, ¿se puede soñar en grande?

—Si hemos tenido un Mundial que se nos adaptara a nosotros, desde que lo ganó Valverde, creo que es este. Si hay un Mundial que nos permita ilusionarnos y pensar que podemos optar a algo, tiene que ser el de este domingo. Pello llega muy bien también después de Canadá, yo mismo, y todo el equipo en general. Hemos reunido a lo mejor que tenemos y por qué no.

—Con su velocidad punta, España también puede tener una baza en caso de esprint. ¿Ese es su plan o se plantea otra estrategia?

—Este último mes trabajé más la explosividad. Si pudiera elegir, prefiero llegar solo y así me aseguro ganar (risas). En una carrera de siete horas depende más de las fuerzas que tengas al final, más que de la propia explosividad de cada uno. Si llego bien, tengo confianza en mi esprint, pero será una carrera muy difícil de leer y creo que a 100 km de meta, o incluso más, la carrera se abrirá. Hay que saber leerlo, y si la carrera se abre de lejos hay que intentar anticiparse a Tadej y este tipo de corredores.

—Hablando de Pogacar, que es el favorito junto a Remco. ¿Hay forma de batirles?

—Son los máximos favoritos y rivales a batir, pero creo que no lo tienen fácil porque es una carrera muy larga, muy selectiva y dura. Probablemente se queden pronto sin equipo y luego les tocará asumir a ellos la responsabilidad. Otra cosa es que se vayan solos, que ahí ya no se puede hacer nada. Otra posibilidad es que se descontrole la carrera y se miren entre ellos si se quedan sin compañeros para trabajar. En ese caso, c’est fini. Tendrán que ser inteligentes.

—Tanto por su parte, en lo personal, como en el sentir general del equipo, ¿con qué resultado volverían contentos a casa?

—Creo que hay que aspirar a una medalla. España también se lo merece y con los corredores que tenemos aquí y el Mundial que nos viene hay que luchar por ello. Luego si sale o no es otro tema. En ocasiones hay que ser realistas, pero esta vez tenemos un equipo para pelearlo, para estar en todos los cortes y disputar la carrera hasta el final.

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