TOUR DE FRANCIA

Jonas Vingegaard: de empacar pescado a conquistar el Tour

Vingegaard, cinco años atrás, trabajaba en una fábrica desde las 6:00 y después salía a entrenar. En 2022 se coronó en Paris como ganador del Tour.

París
Jesús Rubio (AS)

En cinco años, Jonas Vingegaard (25 años) pasó de compaginar el ciclismo con el trabajo en una fábrica de empacar pescado a estar en lo más alto del podio de París como ganador del Tour de Francia. Es el segundo danés en ganar la carrera tras Bjarne Riis, con el que el propio Vingegaard tampoco prefiere no tener muchas vinculaciones. Al flamante campeón del Tour el ciclismo le gustó desde pequeño y pedía a sus padres, Claus y Karina, acudir a la carrera como espectadores: “Jonas pasaba su tiempo al frente del Tour y nos pidió que fuéramos a Francia al año siguiente, a escalar los mismos puertos que Alberto Contador”, cuentan los padres, que acudieron al Alpe d’Huez este año, viendo a su hijo ascender la mítica cima con el maillot amarillo. En 2013, cuando era todavía un crío, ya estuvieron presentes en el puerto con su caravana con un feliz Jonas alentando a los corredores. La andadura profesional del actual campeón del Tour empezó en el ColoQuick, equipo continental danés. En sus inicios un buen rodador, tenía que salir de Dinamarca (Suiza, Croacia…) para fortalecer sus dotes de escalador, ya que el punto más alto de su país está a 171 metros sobre el nivel del mar.

De esta forma, llegó el año 2017 y empezó a compaginar, también con el visto bueno del equipo para adquirir una rutina, el ciclismo con un trabajo en una planta empacadora de pescado. Empezaba a las 6:00, alargada su jornada hasta el mediodía para, después de comer, salir a entrenar. Tenía 21 años, la edad con la que Pogacar ganó su primer Tour. “Tener que entrenar después de todo el día trabajando en la fábrica forjó mi carácter, eso me ayudó mucho”, comentó Vingegaard tiempo atrás sobre aquella etapa de su vida, en la que ya era un corredor prometedor en Dinamarca. En 2017 y, especialmente, en 2018, grandes equipos empezaron a seguir la pista del danés, y fue el Jumbo el que se hizo con sus servicios de cara a 2019.

Vingegaard, cruzando la línea de meta en la contrarreloj de Rocamadour (Jesús Rubio, AS)

“Habíamos seguido de forma extensa a Jonas”, contaba en aquel verano de 2018 Merijn Zeeman, director deportivo del Jumbo, tras anunciar su fichaje. Tras tres años en el ColoQuick, y sin victorias profesionales, daba el salto al World Tour. En el Tour de Polonia de 2019 estrenó su palmarés con una etapa el penúltimo día y además se colocó líder, aunque en la jornada final no pudo alzarse con la general. Su primera ronda de tres semanas fue La Vuelta 2020, en la que llegó para ayudar a Roglic, acabó el 46 en la general. Fue en 2021 el momento de su explosión deportiva, llegando al Tour de dicho año de nuevo como un escudero para Roglic.

Sin embargo, su líder tuvo que marcharse a casa por una caída sin haber llegado al ecuador de la carrera y el equipo depositó el peso de la general en Vingegaard. Respondió de gran manera, subiendo de tú a tú el Mont Ventoux con un Pogacar que parecía inabordable y terminó segundo en la general. Para este 2022, el liderazgo estaba repartido, aunque el propio Roglic, pese a que venía de ganar el Dauphiné con su compañero segundo, avisaba en la salida de Copenhague: “Es el líder”. Ante sus compatriotas, en la presentación de la carrera, Vingegaard llegó a emocionarse y, casi un mes después, les lleva un Tour de Francia. Cortando la dinastía de Pogacar, al menos por el momento, como su compatriota Riis hizo la de Indurain. El danés, cuya presencia en La Vuelta está casi descartada, podrá hacer desde hoy, al menos durante unos días, lo que más desea tras esta conquista: estar en casa con su pareja, Trine, y su hija, Frida.

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